Terapias con realidad extendida
La startup asturiana Immersive Oasis es ya un referente en el uso de la tecnología para formar a personal sanitario y para el abordaje de distintas patologías
Aún no ha cumplido cinco años de vida y ya es un referente en la aplicación de tecnologías de realidad extendida en el campo de ... la salud. La startup que Gabriel Cerra, Iván Ordóñez y José Ángel Menéndez crearon en el otoño de 2020, Immersive Oasis, nació no obstante más enfocada a la industria. El giro y la especialización hacia la medicina se produjo apenas un año después de la creación de la empresa –impulsada por una subvención de la Agencia Sekuens– y ahora ocupa prácticamente el 90% de su actividad. Cumplen así con su propósito de «apostar por tecnología que aporte un valor» a la sociedad.
Su primer prototipo, «muy sencillito», fue una herramienta para entrenar a personal médico de Urgencias en la realización de ecografías. «Gustó mucho. Enseguida vieron la utilidad de un sistema que es multiusuario, lo que permite que puedan entrar varias personas a la vez, personas que ni siquiera tienen que estar en el mismo espacio físico», comenta el CEO de la empresa, Gabriel Cerra. Eso les abrió la puerta para empezar a trabajar con Bayer, a la que siguieron después muchas otras alianzas con otras grandes empresas farmacéuticas, como Sanofi o AstraZeneca, para desarrollar proyectos de formación médica continuada.
Con la mayor compañía farmacéutica japonesa, Daiichi Sankyo, la startup con sede en Oviedo ha creado «la primera universidad en realidad extendida para la formación médica». Dice Cerra que, en todos los eventos que están celebrando por Europa para presentar esta herramienta a los médicos, la frase más repetida por estos es: 'Ojalá hubiera tenido esto cuando estudiaba la carrera'.
En Universidades
De ahí que pretendan introducirla como una herramienta más de la formación universitaria, para la simulación clínica y el entrenamiento de casos raros. «Estamos hablando ya con cuatro o cinco universidades nacionales. Nos interesa no solo formar al alumnado sino también desarrollar la parte de investigación». Y ahí amplían el campo de visión a universidades europeas.
Con todo, el objetivo más inmediato es poder validar la formación con realidad virtual. «Estamos trabajando en una metodología propia, porque hay mucho estudio científico del uso de la realidad virtual para formación, pero no una metodología del uso. Certificarlo es el paso que hay que dar para que llegue a todo el mundo», subraya el CEO.
La otra vertiente de la actividad de la empresa dentro del campo de la salud es la terapéutica. En estos casi cinco años, Immersive Oasis ha demostrado la utilidad de realidad extendida en el abordaje de diversas patologías. Por ejemplo, en pacientes con dolor crónico. Colocándoles unas gafas de realidad virtual, a estos pacientes se les plantea la realización de una serie de ejercicios físicos –complementarios a los pautados por el fisioterapeuta– con los que se consigue no solo que soporten mejor el dolor sino reducir la medicación que se les administra para mitigarlo.
Estas terapias llevan un tiempo siendo aplicadas en el Badalona Serveis Assistencials, bajo la tutela del doctor e investigador José Ferrer. Y según se expuso en el XX Congreso de la Sociedad Española del Dolor recientemente, pueden reducir la intensidad del dolor entre un 25 y un 50%.
Cultura y turismo
La salud ocupa prácticamente toda la actividad de la empresa pero, aunque en menor medida, también han desarrollado aplicaciones en el sector de la cultura y el turismo. Así, el año pasado realizaron el primer largo documental hecho directamente para dispositivos de realidad virtual sobre el Camín de los Santuarios, en una producción en la que todos los implicados eran asturianos, desde los actores al compositor de la banda sonora, Gabriel Ordás. «Lo bueno de trabajar en el sector cultural es que ese trabajo lo estamos reaprovechando en terapias. Por ejemplo, una clínica de Barcelona utiliza nuestros vídeos 360 en programas de neurorehabilitación. Mientras realizan una serie de pruebas les ponen nuestros vídeos a los pacientes».
En Asturias, también Cocemfe los está aprovechando en las terapias de trabajo motriz. La Confederación Española de Personas con Discapacidad «nos está dando muchas ideas», valora el CEO de Immersive Oasis.
Por el momento, en España al menos, el uso de la realidad extendida se limita al ámbito de la sanidad privada, pero Cerra confía en que su aplicación se vaya extendiendo y llegue también a la sanidad pública. «Es la manera de causar un impacto positivo. Estamos viendo que funciona y que la gente lo demanda», defiende Gabriel Cerra.
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