Tailandia en rojo y negro
Multitudinarios funerales despiden a los caídos en el aplastamiento militar de la revuelta de Bangkok
PABLO M. DÍEZ ENVIADO ESPECIAL
Lunes, 24 de mayo 2010, 04:26
«Toca el tambor antes de la batalla», repite la canción que despide a Pornsawan Nakachai, un 'camisa roja' de 24 años abatido por el Ejército tailandés cuyo funeral fue oficiado el fin de semana en el templo budista de su pueblo, Ban Nong Know, a 600 kilómetros de Bangkok, en la provincia de Roi Et.
Como la mayoría de manifestantes, Pornsawan era un campesino de Isan, el paupérrimo noreste de Tailandia donde viven de la agricultura el 40% de sus 68 millones de habitantes. En esta árida región de chamizos de madera, la tierra está tan cuarteada que las famélicas vacas, todo pellejo y huesos, apenas encuentran hierbajos para pacer.
Mirando al cielo, los campesinos esperan las lluvias del monzón para plantar arroz, cuya única cosecha les da para malvivir seis meses, y la estación seca para cultivar caña de azúcar. Huyendo de la miseria, los hijos de los campesinos emigran a la ciudad para trabajar como camareros, taxistas, botones y albañiles. A las chicas no les queda más remedio que 'hacer la calle' en Bangkok, Pattaya o Phuket, bailar en bikini en un bar del 'soi' Nana o meterse en un salón de masajes con final feliz.
Pornsawan llevaba cinco años como mototaxista en la capital, donde ganaba al mes 9.000 bahts (220 euros). Una tercera parte se la enviaba a la familia, que ha cambiado la madera de su casa por cemento gracias a los sobres que los cuatros hijos mandan desde la ciudad.
En Bangkok, Pornsawan había conocido a su novia Ple, otra emigrante de 21 años empleada en un restaurante. «Le pedía que no fuera a luchar, pero no temía morir por la democracia», explica la muchacha, con la que estaba ahorrando para casarse y abrir un negocio. Sus sueños se truncaron cuando dos balas, probablemente disparadas por un francotirador, se alojaron en su abdomen en la barricada de Bon Kai.
Rabia y llanto
«El único que se ha preocupado por los pobres es Thaksin Shinawatra», tercia la hermana, Chalong, para referirse al ex primer ministro depuesto en 2006 por un golpe de Estado militar. «Thaksin puso en marcha la atención sanitaria gratuita y aquí construyó una carretera y un canal de riego, pero el nuevo Gobierno sólo beneficia a los ricos», critica recogiendo el sentir general.
La rabia está a flor de piel en el funeral del joven, que ha congregado a cientos de 'camisas rojas'. Ni siquiera el orondo Buda de la Felicidad sentado bajo la pagoda de rojos tejados puntiagudos puede contener los llantos de la humilde familia. Uno a uno, los vecinos depositan sus ofrendas de flores sobre el ataúd de Pornsawan antes de ser incinerado. Como manda la tradición, una traca de petardos despide al joven mientras su familia arroja a la multitud monedas envueltas en papel dorado y plateado para que recen por su alma y vaya al cielo. En la Tierra sólo conoció el infierno de Isan, la Tailandia oculta que no aparece en los folletos de las agencias de viajes.