El 'Fabiolo', un mero experimento

El tranvía conocido como 'tren del Sella' se quedará aparcado en un hangar de Pravia probablemente mucho más tiempo del que se pensaba en un principio. El denominado coloquialmente como el 'Fabiolo' era descrito ayer por el Partido Socialista, durante el Pleno de la Junta del Principado de Asturias, como «un tren de segunda mano que se pensaba utilizar para probar un proyecto de investigación» sobre el estudio del sistema de combustión con hidrógeno. La aclaración la hacía el PSOE como respuesta al PP, que llevó a la sesión plenaria este asunto para intentar despejar sus dudas sobre por qué Ferrocarriles de Vía Estrecha (Feve) y otras entidades recibieron una subvención por parte del Gobierno del Principado, en la etapa en la que era presidente el socialista Vicente Álvarez Areces, para la puesta en marcha de este tranvía que nunca llegó a funcionar pese a que estaba prevista su inauguración en 2011. El por aquel entonces presidente de la compañía asturiana, Ángel Villalba, llegó a anunciar a bombo y platillo su puesta en marcha coincidiendo con la celebración de la fiesta de las piraguas. La intención era que el 'Fabiolo' uniera las localidades de Llovio y Ribadesella mediante la vía férrea en desuso que transcurre paralela al río, pero esto nunca se llegó a producir. El convoy es uno de los coches de la serie 3400, fabricados en Bélgica en tiempos de la reina Fabiola -de ahí su apodo-, traído hasta Asturias para comenzar a dar forma a una tecnología pionera a nivel nacional en el sector del ferrocarril.

Este proyecto fue subvencionado por parte de la Consejería de Educación y Ciencia con una línea de ayuda para proyectos estratégicos de I+D+i durante el periodo 2008-2010 como 'Desarrollo de un tranvía eléctrico con tracción a baterías y pila de combustible como solución de movilidad en la zona del río Sella'. Sin embargo, el hecho de que el tranvía nunca llegara a recorrer estos cinco kilómetros, ha sido entendido por el PP como un fracaso. El diputado conservador, José Agustín Cuervas-Mons, entiende que el proyecto fue un «despilfarro de dinero público» ya que el Ejecutivo regional socialista -que inicialmente aprobó una subvención para esta actuación de cerca de 800.000 euros- aportó 623.000 euros de los 1,6 millones en los que estaba valorado el proyecto, ejecutado por Feve, la empresa Biogás Fuel Cell y el Instituto Nacional del Carbón. El portavoz socialista y consejero de Economía y Empleo, Graciano Torre, aseguró que las intenciones perseguidas con este proyecto no eran otras que «definir y validad experimentalmente las posibilidades del uso de hidrógeno como medio de combustión, desarrollar una planta de potencia ferroviaria específica a base de pilas de combustible u obtener ese hidrógeno a través de diferentes procesos», por destacar algunos ejemplos.

En ningún momento priorizó los problemas de movilidad del entorno del río Sella, una de las razones con las que el Centro de Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía (Cidaut) presentó este estudio en febrero del 2010, en el marco del V Congreso de Innovación Ferroviaria de Gijón, resaltando su viabilidad «incluso en zonas donde la demanda de movilidad no sea abundante, como en el citado entorno del Sella, pero sí necesaria para mejorar las condiciones de vida de la zona». «Se subvencionó un proyecto de investigación al igual que se está realizando en el resto del mundo», concluyó Torre. Mientras tanto el 'Fabiolo' espera en Pravia su próximo destino.