La Torre Eiffel crece varios centímetros en verano
Esta expansión por el calor también hace que el monumento se incline ligeramente hacia el lado opuesto al sol
¿Sabías que la Torre Eiffel de París no mide lo mismo todo el año? Resulta que este monumento, de 136 años y emblema indiscutible ... de la capital francesa, varía de tamaño según las estaciones. Bueno, en realidad, es más según la temperatura. La torre se eleva hasta los 330 metros de altura gracias a sus antenas de transmisión de radio y televisión, pero en verano puede llegar a ganar hasta 15 centímetros debido a que la estructura metálica del monumento «se adapta a las condiciones climáticas parisinas», según explican en su propia página web.
Y esto se debe a un fenómeno llamado expansión térmica –o contracción térmica cuando disminuye– que no se percibe a simple vista. Como ocurre con todos los metales, el hierro pudelado de su estructura es sensible a las variaciones térmicas. El pudelado o afino del metal era un procedimiento que consistía en calentar los lingotes de hierro en un horno de reverbero a alta temperatura para eliminar parte de su componente en carbono y las escorias que se habían incorporado durante el proceso de fundición.
Así, las 18.038 piezas de hierro que forman la Torre quedaron libres de impurezas, quedando reducido su contenido de carbono y haciéndolo más sensible a los cambios de temperatura. Además, esta expansión también hace que el monumento se incline ligeramente hacia el lado opuesto al sol: su calor directo incide sólo en uno de los cuatro lados de la torre, creando un desequilibrio con los otros tres, que permanecen estables.
En los días soleados, el vértice de la famosa Eiffel puede formar una curva más o menos circular de unos 15 centímetros de diámetro. El equipo de ingenieros del monumento insiste en que «estos cambios de estado son naturales e ínfimos y no ejercen ningún impacto en la solidez de la estructura».
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