José Muñiz: «Estaré tras el rector, apoyándole»

Ni rabia, ni desilusión, ni reproches. José Muñiz fue el primero en llegar al Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, desde donde parte de la comunidad educativa había estado siguiendo el escrutinio, pocos minutos después de que éste finalizase. Lo hizo con semblante serio, pero no sombrío, y agradeciendo todas y cada una de las muestras de cariño que iba recibiendo a medida que se abría paso hacia el patio. «Santiago García Granda ha sido una dura competencia y el resultado a mí me ha parecido justo. En cuanto le he visto le he felicitado y he dejado constancia de que, de ahora en adelante, estaré tras él, apoyándole», señaló poco después de estrechar la mano de su contrincante, a quien el rector saliente, Vicente Gotor, también quiso dar su enhorabuena.

Había sido Gotor, precisamente, el principal valedor de José Muñiz. El rector saliente apostó por él para dar continuidad a su proyecto, un objetivo que finalmente no ha podido cumplir.

Y así las cosas, para el catedrático de Psicometría ha finalizado una carrera electoral «limpia, con un tono académico interesante». Un proceso en el que ha quedado claro que cuenta con el apoyo de los doctores de la Universidad de Oviedo, el sector con más peso y más implicado en esta campaña. Pese a todo, entre ese sector se contabilizaron 76 votos en blanco, dato anecdótico que Muñiz achacó a que «probablemente no les convencíamos ninguno de los candidatos y han mostrado su civismo votando, pero aprovechando para dejar claro que no coincidían con lo que les proponíamos», interpretó.

Con todos los datos en la mano, que uno y otro analizarán sin duda al detalle, no es de extrañar que Muñiz y su equipo fueran optimistas durante toda la jornada. Al final, casi un millar de votos les separaron y ni siquiera la fuerza de los doctores pudo compensar los apoyos a Granda.

Y todo, en una jornada con una participación aún superior a la de la primera vuelta. 6.607 personas votaron, un 26,48% de todos los que tenían derecho a hacerlo.