Le piden diez años de cárcel por mantener relaciones sexuales con una niña de 13 años

Un amor en contra de la ley. El mierense, cuya identidad responde a las iniciales D. A. F. tenía 32 años cuando en 2014 asegura que se enamoró de un niña de 13 años que residía en Gijón. En enero de 2015 comenzaron sus encuentros sexuales consentidos, que se mantuvieron hasta 2016, cuando la niña era menor de 16 años. A esta edad, la ley califica esta relación sentimental como un delito de abusos sexuales y, por este motivo, la Fiscalía le pide una pena de diez años de prisión, once de alejamiento y libertad vigilada durante cinco, además de la prohibición de desempeñar cualquier profesión u oficio que conlleve un contacto regular y directo con menores durante trece años, entre otras penas.

Los hechos se juzgarán el lunes en Oviedo, en la sala Segunda de la Audiencia Provincial, a las 10.30 horas. El ministerio fiscal también reclama a D. A. F. que indemnice con 5.000 euros a la menor.

Fue en el año 2013 cuando se modificó el Código Penal para elevar la edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales, de los 13 años a los 16. Esto es, si un adulto tiene relaciones sexuales con un menor que no haya cumplido los 16, aunque éstas sean consentidas, el adulto podrá ser condenado por abusos, con pena estipulada de entre dos y seis años de cárcel yque puede elevarse hasta los doce años, en caso de que haya penetración vaginal, anal o bucal.

Los hechos han sido investigados por la Fiscalía que cree probado que en noviembre de 2014, cuando la menor que nació en 2001, inició una relación sentimental con el procesado, quien por aquel entonces tenía 32 años. A los dos meses, en enero de 2015, la adolescente y el acusado mantuvieron su primera relación sexual completa y «plenamente consentida por la niña», según describe el ministerio público. Desde entonces hasta el inicio del verano de 2015, y desde septiembre de 2015 hasta enero de 2016, continuaron manteniendo estos encuentros sexual de manera consentida.

La relación entre ambos está reconocida y queda patente en las redes sociales, donde el acusado hace alusiones a la misma, con comentarios al amor que siente hacia la menor. Lo hace en, al menos, dos redes sociales. Tras descubrirse su relación a través de la red de este mierense, quien ahora tiene 35 años, muestra su queja por no poder estar con la menor en la actualidad.

Finalmente, será el juzgado quien dicte si esta relación consentida es un delito como se recoge en la ley.