Arcelor arranca su plan de inversiones en Asturias con mejoras en la acería de Avilés

La apuesta de futuro de ArcelorMittal en Asturias ya no tiene marcha atrás. Las inversiones multimillonarias que están previstas en el emplazamiento que integran las plantas de Avilés y Gijón se iniciarán por la acería LD III con la instalación de la primera de las dos máquinas de colada continua que están previstas en el que se considera el corazón siderúrgico español, junto con los hornos altos de Gijón.

El anuncio de esta primera inversión está a punto de producirse, por lo que en las próximas semanas podría hacerse ya oficial, una vez que está tomada ya la decisión. Los planes para la modernización de la acería de Avilés, que supondrá en la práctica poner en marcha otra prácticamente nueva, están ya más que diseñados.

Es un secreto a voces la inversión en esta instalación, como lo constata la presencia en ella de ingenierías y de su personal, dispuestos ya para dar los primeros pasos. Se confirma así la noticia adelantada en exclusiva por EL COMERCIO-La Voz de Avilés el día 4 de julio de 2014 , cuando se indicó que la inversión prevista en su conjunto podría rondar los 190 millones de euros. En aquella información se daba cuenta ya de que ArcelorMittal había invertido hasta aquel momento 5 millones de euros en los estudios de ingeniería necesarios.

De momento, los planes de modernización total de la acería LD III se iniciarán con el cambio de una de las máquinas de colada continua por otra nueva. Se trata de la instalación más cara de una acería, la que al final convierte el acero líquido en un slab (el planchón que más tarde se enviará al laminador para convertirlo en bobinas). Hay que tener en cuenta que la actual instalación tiene ya 25 años, por lo que la nueva colada continua contará ya con la tecnología más avanzada, la de un molde vertical, que permitirá una mayor producción en un menor tiempo, espesores mayores y una mayor velocidad de colada.

Se trata de la primera de las inversiones previstas en la acería, ya que se procederá también a la reparación del convertidor, posiblemente con el cambio de una nueva coraza. No se descarta tampoco cambiar la caldera fija y se da por hecho la reposición de las grúas, unos siete puentes grúa de 470 toneladas cada uno.

De momento, hasta que el anuncio no se haga oficial, no hay datos sobre la inversión final en esta instalación, pero ya se aventura que serán decenas de millones de euros, hasta acercarse probablemente a los 100 millones.

La modernización de esta instalación permitirá atender las necesidades de mercados emergentes y de nuevos productos, sobresaliendo uno de ellos, el del sector eólico marino -of shore- y el del oil & gas, en el que un grupo como el de Daniel Alonso, tras la adquisición de Idesa, hace unos meses, se encuentra inmerso ya en proyectos de referencia mundial y dispuesto a obtener contratos del de la envergadura del Wikinger, el parque eólico que Iberdrola construye en el Mar Báltico, y en el que Windar Renovables, del grupo avilesino, junto con Navantia, se adjudicó hace escasos meses uno de los contratos por valor de 90 millones de euros, formando una 'joint venture' con Navantia.

ArcelorMittal, que hace años inició una relación muy ventajosa con este grupo avilesino, convertido en uno de los principales clientes de su tren de chapa gruesa de Gijón, comenzó a valorar la apuesta por estos mercados emergentes, que finalmente se van a traducir en esa inversión multimillonaria que se anuncia para Asturias y que está a punto de plasmarse con el inicio de la primera de las grandes actuaciones.

Las fuentes consultadas por este periódico destacan la labor, siempre callada y en un segundo plano, del director general de ArcelorMittal en Asturias, José Manuel Arias, un gran conocedor de la marcha de su propia empresa, pero a la vez de todo el tejido industrial avilesino y asturiano, lo que le permite tener una visión privilegiada de los movimientos que se están produciendo en el sector industrial.

La posición de Asturias

Existen varios factores que explican la apuesta que la dirección de la multinacional va a hacer con el emplazamiento de Asturias. De un lado, y aunque no sea por este orden en importancia, la capacidad de diversifación en procesos y productos que le otorga el ser una de las plantas integrales; el grado de compromiso de la plantilla de trabajadores, que firmó en su día acuerdos en los que llegó a sacrificar sus condiciones económicas; el destacado papel que está jugando a nivel mundial el Centro de Desarrollo Tecnológico de Avilés y su estrecha colaboración con el ITMA, como se anunció la pasada semana; la plena capacidad de sus trenes acabadores, con líneas como la de galvanizado que también son un referente por su modernidad; y lógicamente, el rendimiento de los hornos altos y de la acería de Avilés.

Y finalmente, para completar el puzzle, el anuncio hecho hace casi horas por la propia compañía de que el emplazamiento de Asturias -junto con Lesaka y Etxebarri- ha obtenido en el primer trimestre unos beneficios de 13,9 millones de euros, frente a los 1,1 millones obtenidos en todo el ejercicio anterior de 2014, lo que constituye el mejor de los escenarios para anunciar el plan de inversiones previsto.

Existen pocas dudas de que a la modernización integral de la acería LD III le seguirán otros anuncios importantes, como el del aumento de longitud del carril de Gijón, de 90 a 108 metros, otra inversión clave para desarrollar uno de los grandes avances conseguidos por el Centro de Desarrollo Tecnológico de Avilés, el de la cabeza endurecida, lo que permitirá abrirse también a nuevos clientes y a nuevos mercados.

La información adelantada por LA VOZ en junio de 2014 hablaba de otra inversión cercana a los 90 millones de euros en la modernización de las baterías de cok de Avilés, lo que suponía desechar de entrada el proyecto del que se había hablado en su momento de construir unas baterías de cok nuevas en Gijón. Con la información de que dispone este periódico, ese es un asunto que no está cerrado todavía y que podría retomarse.