La planta de Diasa sale otra vez a la venta tras fracasar una operación de compra
La sociedad Valente Tres Internacional, que ofreció 4,5 millones por las instalaciones, adelantó una partida, pero después desistió
ELENA RODRÍGUEZ
Domingo, 22 de abril 2012, 05:38
Hace algo más de un año que Diasa, la farmacéutica ubicada en el polígono turonense de La Cuadrillera, se encuentra en liquidación. En este tiempo, según ha podido saber EL COMERCIO, dos inversores se mostraron interesados en comprar los activos de la compañía, que básicamente, se concentran en la fábrica y la nave de distribución.
Uno de ellos fue Antibióticos S. A., cuya factoría se encuentra en León, y el otro, Valente Tres Internacional, Sociedad Limitada. Tiene sede en Madrid y cuenta con una actividad bastante diversificada, que incluye actividades de promoción inmobiliaria, pero también cultivos de la bacteria Lactobacilus Bulgaricus. Esta es conocida por ser el probiótico más antiguo del mundo y puede incorporarse a un amplio abanico de productos, tanto de alimentos, como en medicamentos y suplementos dietéticos. En la planta de Diasa tenía previsto iniciar un proyecto farmacéutico, del que no han trascendido detalles. En cualquier caso, hizo una oferta de 4,5 millones por las instalaciones de Diasa.
La operación de compra convenció y los titulares de la compañía consignaron un importe. Sin embargo, después, no concurrieron al último plazo fijado para cerrar la adquisición, que concluía el 30 de marzo de este año. Ante esta situación, la planta de la farmacéutica volverá a salir a la venta.
Esta circunstancia se produce en un momento en que el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón, dependiente del Ministerio de Industria, ha solicitado la ayuda que había concedido a Diasa para instalar un laboratorio farmacéutico y una fábrica de medicamentos. La cantidad puede rozar los 3 millones de euros. Los responsables de la firma disponen de quince días para alegar. Esta reclamación tiene lugar después de que el Instituto de Desarrollo Económico del Principado (IDEPA) comprobara que no se habían cumplido los compromisos adquiridos en inversión y empleo.
La instalación de Diasa generó en su día grandes expectativas en el valle de Turón, uno de los más castigados por la reconversión minera. Su fábrica de farmacia fue inaugurada en noviembre de 2007 y, algo más de un año después, ya empezó a sufrir problemas de liquidez. A esta situación se sumó, además, la falta de entendimiento del consejero delegado, Manuel Adenso, y la filial de Hunosa, Sadim, titular del 40% del accionariado. En septiembre de ese año, la firma, que llegó a contar con 87 trabajadores, presentó la solicitud del concurso de acreedores.
Su deuda ascendía a unos 18 millones de euros. El pasivo con las entidades financieras era de 14 millones, mientras que la deuda no bancaria se situaba entre los tres y cuatro millones. Antes de su liquidación, hubo ofertas de Melca y Farmalíder, una empresa alemana e, incluso, de un inversor de Belice, pero finalmente no fructificaron.