Retén de guardia para las urgencias en el viejo HUCA

Todo está casi listo para el traslado del viejo al nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), una mudanza de la que ayer informó el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, en el pleno de la Junta General del Principado.

Los planes pasan por disminuir «toda la actividad que implique el ingreso de pacientes» y concentrar «a las personas hospitalizadas en determinadas plantas durante las tres semanas previas al traslado físico del centro sanitario», previsto para el mes de junio.

De este modo, Sanidad persigue realizar el traslado de la hospitalización con el menor número de pacientes ingresados en El Cristo «para liberar a parte del personal facultativo y de enfermería, que se encargará de dejar todo listo para el inicio de la actividad en La Cadellada».

Y, para ello, precisó Blanco, cuentan «con la colaboración del Hospital Monte Naranco y de otros equipamientos de la red pública y concertada de otras áreas sanitarias», que actuarán como «dispositivos alternativos que puedan asumir los ingresos» de cada especialidad. Pero es que, además, durante la semana en la que está fijado el traslado, «se suspenderán las consultas del jueves y viernes en El Cristo y las agendas se reabrirán el lunes siguiente en el nuevo emplazamiento».

Será entonces, a medianoche del viernes, cuando llegue uno de los momentos más delicados, porque «se cerrarán las urgencias del viejo HUCA y se abrirán las del nuevo».

Esa apertura de las urgencias en el nuevo HUCA implica también la habilitación de alguna planta de hospitalización, algún quirófano y cuidados intensivos, además de que se abrirá también la UCI cardiológica allí, mientras que la UCI general se mantendrá en el viejo hospital.

Y, «aunque este cierre se dará a conocer convenientemente a la población», subrayó el consejero de Sanidad, «un pequeño equipo de urgencia permanecerá en el viejo HUCA hasta el lunes siguiente para evitar que cualquier paciente quede desatendido».