Un menú gourmet para los osos en el valle de Pajares que permita alejarlos de las poblaciones
El Fapas planta más de mil árboles frutales, en colaboración con vecinos, ganaderos y agricultores, en fincas alejadas de las poblaciones para evitar que los plantígrados entren en zonas habitadas
Un menú gourmet con el que tratar de alejar a los osos de las zonas habitadas en busca de comida. Cerezas, manzanas, peras y ciruelas de alta calidad pasarán a formar parte de la dieta de estos animales en el valle de Pajares si todo sale según lo previsto y los más de mil arboles frutales que acaban de ser plantados en este territorio dan sus frutos y estos consiguen hacer las delicias de los plantígrados.
Es, en esencia, el nuevo proyecto del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes, que en colaboración con los vecinos, ganaderos y apicultores de las zonas afectadas por la presencia de osos, ha desarrollado una iniciativa que tratará de alejarlos de los pueblos, «donde generan intranquilidad en algunos vecinos». Y que busca conseguirlo ofreciéndoles alimento lejos de los núcleos habitados.
El Fapas acaba de finalizar la plantación de mil de estos 'árboles gourmet' en el valle de Pajares, unos árboles que llegarán a alcanzar dos metros de altura y que se espera sean una suerte de supermercado para los osos. Plantados con «extremas medidas de seguridad» para impedir su destrucción, se localizan en fincas donde pasta el ganado. Han sido vecinos de los pueblos, apicultores y ganaderos quienes han puesto esas fincas a disposición del proyecto y directamente para la conservación del oso, especie que desde hace unos años ya se reproduce en el territorio.. Si todo sale bien, en cinco años estarán dando sus frutos y los osos podrán acercarse a disfrutar de esta comida de calidad sin necesidad de ir hasta las zonas habitadas,
El Fapas explica que estas plantaciones están pensadas para conseguir que la producción de fruta se logre en el menor tiempo posible, Así, matiza este colectivo, «no se trata de plantar muchos miles de árboles, al contrario, el objetivo es plantar frutales de alta calidad de manera diseminada por aquellos valles donde vive el oso».
El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes destacó asimismo la colaboración de los propietarios de los terrenos, antiguas fincas de cultivo o de pasto que dejan de estar en producción y que poseen un suelo de alta calidad orgánica.
El proyecto, financiado por Enagás, planifica las plantaciones con medidas de protección que hace que la supervivencia «sea absoluta, alcanzando el objetivo de que el cien por cien de los árboles plantados sobrevivan, lo que permite plantar también en fincas ganaderas», tal como se ha hecho en el valle de Pajares en colaboración con los ganaderos que se han vinculado al proyecto.
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