Langreo acude al Contencioso para frenar el vertido de cenizas de La Pereda en Lada

El equipo de gobierno, perteneciente a Convocatoria por Llangréu (IU), tiene claro que la autorización ambiental integrada fue otorgada, en su día, para la actividad de la central térmica de Iberdrola, en Lada. Y se defiende que «estando este permiso ligado a la actividad de esta instalación que, como es sabido, está en proceso de desmantelamiento» no puede ser utilizada por Hunosa para almacenar cenizas de la central térmica de La Pereda (Mieres). Desde el Consistorio langreano se señala que no consta en los archivos municipales licencia de actividad ni tramitación independiente para la instalación del depósito de cenizas. «En principio, el cierre de la central térmica que es el origen del vertedero, deja la instalación sin cobertura de actividad y, en consecuencia, fuera de ordenación», tal y como se recoge en el artículo 19 del Plan General de Ordenación (PGO) del año 2011, que califica la zona como «suelo de especial protección» siendo, por tanto, estando prohibido el uso de depósito de cenizas.

Contra la reactivación de esta antigua escombrera en desuso se organizó una plataforma ciudadana que se opone a esta decisión que califican de «aberración ecológica», y que luchan porque «no están dispuestos a tolerar pues pretende convertir la zona en un vertedero de productos tóxicos. La plataforma organizó su primera concentración el pasado 24 de septiembre. Este jueves por la mañana mantendrán una reunión con el alcalde de Langreo, Roberto García.

El traslado de cenizas a Lada comenzó el pasado mes de julio, como adelantó EL COMERCIO, ya que la térmica de La Pereda volvió a quemar carbón tras casi dos años parada por falta, precisamente, de terrenos para el almacenamiento de los residuos que se generan.

Hunosa quiere tranquilizar a los vecinos y ya confirmó que está poniendo en marcha todas las medidas a su alcance para minimizar el impacto de su actividad y reitera su compromiso con la sostenibilidad y economía circular. En consecuencia, la hullera está estudiando la reutilización de las cenizas (uso en cementeras, sector de la construcción, entre otros) y se compromete a que cuando cese la explotación del depósito procederá a su restauración para integrarlo en el entorno.