El PSOE de Aller se opone a que la capilla de la Collá en Soto sea catalogada como BIC

El cementerio de la localidad allerana de Soto acoge una joya del siglo XII: la capilla de la Collá. Un pequeño recinto religioso, que no ... está abierto al público de forma habitual, y que encierra frescos que hace que muchos la denominen como una de las capillas 'sixtinas' asturianas. A pesar de este valor pictórico, los socialistas alleranos no consideran que deba ser declarada como Bien de Interés Cultural. Al menos, así lo constataron con su rechazo a una moción presentada por IU y apoyada por el resto de formaciones políticas, en la que se pedía este reconocimiento. En dicha moción, se pedía que la consejería de Cultura, Política Llingüística y Deporte iniciase el expediente para que diche capilla fuese catalogada como BIC. Además, se reclamaba a los servicios técnicos municipales la elaboración de un informe detallado sobre el estado de conservación de la capilla, que incluyese «propuestas de actuación orientadas a su rehabilitación y mantenimiento». También se apuntaba que desde el organismo municipal, deberían promoverse campañas de sensibilización y actividades divulgativas dirigidas a los vecinos sobre la importancia de preservar esta capilla y todo el patrimonio histórico del concejo.

IU defiende que la capilla de la Collá de Soto, que data del siglo XII, «representa un elemento de especial relevancia dentro del patrimonio histórico y artístico de nuestro municipio», lo que les llevó a reclamar este reconocimiento que además permitiría que «fuese rehabilitada y visitada en el futuro por alleranos y turistas». Recuerdan que en la actualidad no goza de una protección patrimonial específica que garantice su adecuada conservación, y auguran que «el paso del tiempo, la exposición a factores ambientales y la falta de mantenimiento pueden generar un progresivo deterioro que llegue a ser irreversible».

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Los frescos

La pequeña capilla se ubica cerca de la ermita de Miravalles. Fue construida en la baja edad media (siglos XIV-XV), siendo iglesia parroquial hasta 1745. Hacia 1859 fue cerrada definitivamente al culto y sus terrenos adyacentes dedicados a cementerio. Es de nave única, rectangular con cubierta a dos aguas y una espadaña pequeña sin campana. Pero la verdadera joya de esta iglesia está en su interior por unos frescos de la segunda mitad del siglo XVI que cubren paredes y bóveda parabólica.