El nuevo cura de Valdesoto reclama «vivir y soñar juntos para ser ejemplares»
Leceñes celebra Santa Apolonia con una gran fabada y arroz con leche, y ya esperan por la familia real: «No han probado platos como estos»
«Pol camín de la fuente llegamos antes». Lo comentaban dos vecinas de Leceñes que se acercaban, poco después del mediodía, a la misa al ... aire libre en honor a Santa Apolonia. Se celebraba así el día grande de las fiestas de Leceñes, en Valdesoto, parroquia de Siero que acaba de ser distinguida con el Premio Pueblo Ejemplar de Asturias de la Fundación Princesa. Y es una cuestión de la que no se deja de hablar. Incluso en la homilía. El nuevo cura, Juan José Llamedo González, destacó ante los feligreses que se trata de «un reto muy guapo, pero que es algo muy serio». Es por eso que, ante todo, reclamó estar «cohesionados»; es más, pidió «ser gente unida, para vivir y soñar juntos y ser ejemplares, no para demostrar algo por la televisión», dijo ya en referencia al acto con la familia real.
Algo que ya tienen en mente los propios vecinos. «Todavía nadie se ha puesto en contacto con nosotros sobre este asunto», dijo el vecino y edil de Siero Pergentino Martínez.
Tras la misa –que estuvo cantada por el coro Xorrecer–, hubo sesión vermú acompañada de gaita y tambor. Mientras tanto, los miembros de la comisión de la fiesta se afanaban por culminar las raciones de la gran fabada: se sentaron en las mesas bajo la carpa casi 600 personas, quienes degustaron un plato de «fino sabor».
No es para menos, Tino Rodríguez y Nicanor Gay dedicaron mucho tiempo para que todo saliera bien. La cocción de la legumbre –unos 70 kilos– ya dio comienzo a las siete de la mañana del pasado sábado; las potas, que fueron varias, estuvieron sobre el fuego hasta las dos de la tarde. El domingo volvieron a madrugar para seguir con las cazuelonas que empezaron a calentar de nuevo a las ocho de la mañana; así hasta que ya fueron repartidas en las raciones a repartir.
También mucho trabajo dio el arroz con leche; «pero con leche natural, de la ganadería de Juan de Careses». Ese es el secreto –además de tiempo y paciencia–, apuntaban Carmina y María José –madre e hija– que ya estaban requemando el postre. «Usamos 12 kilos del cereal y otros 130 litros de leche».
En Valdesoto esperan que los miembros de la familia real –cuando acudan al acto del Premio Pueblo Ejemplar– puedan probar los platos. «Seguro que han comido muchas cosas por todo el mundo, pero nunca un arroz con leche como el que hacemos en Leceñes», afirmaban orgullosos.
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