El Principado de Asturias estudia crear una Indicación Geográfica Protegida para defender el azabache

Para este proyecto, la entidad considera que es algo que tendría que «definirse muy bien».

Lo primero de todo, explicó Svetlana 'Sveta' Poutilina, nueva presidenta de la asociación, antes de protegerlo a través de una IGP «debería distinguirse el azabache asturiano de otros materiales que se importan», como ocurre con el lignito que, «visualmente se parecen, pero es de menor calidad».

Actualmente, «no hay nada legal que identifique, de una manera específica, el azabache de aquí, y en consecuencia, se están vendiendo trabajos que dicen que son de azabache y no lo son». Además, sostiene este colectivo que la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la cultura azabachera cojea en ese aspecto. «Define muy bien toda la tradición tallista, pero no el mineral», explicó.

Así pues, defienden que «el pliego para solicitar la IGP deberá tener una descripción muy detallada». Se incluirían todos los estudios que hizo la asociación en colaboración con la Universidad de Oviedo y el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (INCAR). Lo más importante, añadió, sería incluir el test de triboelectricidad –el efecto imán del mineral al frotar con una tela–, un «método del medievo que es único y que los lignitos no supera».

Aún quedan más reuniones por delante para definir el proyecto y la asociación se ha comprometido a estudiar todo lo que supondría una IGP del azabache asturiano, el de mejor calidad de todo el planeta, junto con el de Whitby.