Los okupas de Quintes «revientan» la entrada de una segunda casa en Granderroble
La vivienda se encuentra en la que está el grupo y el dueño ya ha presentado una denuncia en la Guardia Civil
El caso de okupación de una vivienda en la zona de Granderroble, en Quintes (Villaviciosa), alcanza nuevas cotas en la alarma social. ... Una segunda casa, situada en la misma parcela en la que ha entrado este grupo, ha sido «asaltada» y la puerta ha sido «reventada». Los vecinos de la zona acusan a los okupas y el dueño ha presentado una segunda denuncia en la Guardia Civil.
Se trata de una vivienda a unos cuantos metros de la okupada, de un familiar fallecido del propietario; ambas casas «eran de dos hermanos, el padre y el tío del dueño». No ha sido muy utilizada, así que presenta un aspecto «más degradado», explicó Dioni Novel, presidente de la Asociación La Parpayuela.
Su estado fue lo que la salvó, pues «solo estuvieron revolviendo por allí, cogieron algo de herramientas y poco más». El propietario pudo encargar tapiarla este miércoles.
Los vecinos ya habían expresado antes su miedo a que «estén preparando una casa para cuando los echen de la primera». Desconfían de las «buenas intenciones del grupo», puesto que, a pesar de las declaraciones de uno de estos inquilinos de «solo buscar un sitio para vivir» y querer estar de alquiler, algunos de los testigos señalaron que «ese señor, el okupa, dijo que solo se irían si le pagaban».
Con todo, subrayó Novel, existe una frustración general por sentirse «indefensos» y no poder hacer nada más que incentivar la seguridad y la vigilancia en las fincas, la mayoría de ellas de segunda residencia.
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Además, aún recuerda la advertencia de uno de los agentes de la Guardia Civil al dueño, y que luego repitió a los vecinos en una reunión: «señalándole con el dedo le dijo que ni se le ocurriera cortar el agua o la luz porque lo llevaría preso».
La asociación reincide en su petición a los vecinos de no tomar ninguna medida contra el grupo de okupas y mantiene la intención de movilizarse contra esta situación e intentar conseguir toda la ayuda posible por parte de las administraciones.
Prevención
La Asociación La Parpayuela ya ha empezado en redes sociales y en la web a recomendar medidas preventivas contra la okupación, dadas por la Guardia Civil
Entre ellas se indica que, de ser testigo, se debe avisar de inmediato y describir lo que ocurre. Ese fue el caso de Granderroble el pasado fin de semana.
Datos
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Grupo Llegaron el sábado de tarde, una familia de varios adultos con menores y mascotas.
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Alarma El domingo los vecinos avisaron al dueño que confirmó que no había invitado a nadie.
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Diálogo El propietario acude a la finca con la Guardia Civil, pero el grupo se niega a salir de la propiedad.
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Finca El lunes presenta una denuncia por usurpación y el miércoles tapia la segunda casa a la que entraron.
En torno a las siete de la tarde del sábado, un grupo de varios adultos con menores entró en la vivienda. En un principio, explicó en su momento Novel, «no le dimos mayor importancia porque pensamos que podrían ser invitados del dueño; él no vive allí actualmente, pero suele venir mucho cada fin de semana».
La preocupación llegó el domingo, cuando los vecinos comprobaron que «habían pasado la noche allí y se movían por la casa». Fue entonces cuando llamaron al dueño, y este les confirmó que no había invitado a nadie. A las diez de la mañana se presentó ante la vivienda acompañado de la Guardia Civil: «intentaron hablar y llegar a algún acuerdo, pero ellos dijeron que de allí no se iban a mover».
La comunidad ha hecho piña para apoyar al propietario, «un vecino de los de toda la vida que cuida de su madre, con alzhéimer, y que vive en Gijón; dentro de la casa tiene todas sus pertenencias personales, las fotos de familia...», lamentó el presidente de la asociación.
El pasado lunes presentó una denuncia ante la Guardia Civil por usurpación, al no ser su vivienda habitual; ahora el caso se encuentra en manos de los abogados y el juez.
«Estaba llena de jeringuillas y papeletas, si de verdad viniera gente a la vivienda no estaría así»
El grupo de okupas de Granderroble ha querido contar su versión a EL COMERCIO. Se trata de la familia de S. M., de 45 años; le acompañan su mujer, la hija de esta, su nieto y un sobrino, ambos menores, además de sus mascotas. «Vengo de Argentina, pero somos españoles, llevo muchos años viviendo en Asturias», dijo. Su anterior casa, en Oviedo, la perdieron, «yo me dedico a chapuzas y mi mujer es limpiadora, pero cobra poco más de 300 euros; no nos da para vivir». Los pequeños siguen escolarizados y cada mañana los lleva a clase para intentar «mantenerlos en la normalidad, que no tengan que volver a dormir en el coche».
Corrobora que entraron en la casa el sábado pasado, pero subrayó que «la puerta ya estaba rota y vieja, aquí no ha vivido nadie desde hace 15 años y lo sé porque me lo contaron». Según él, supieron de esta vivienda al hacer varios trabajos por la zona y, al entrar, tuvieron que hacer «una limpieza completa»; aseguró que «estaba lleno de jeringuillas y papeletas de haber tomado drogas, además de cacas de perro hasta en los armarios; tuvimos que decirles a los niños que no entraran hasta que terminamos de limpiarlo». Añade también que en estos días «pintaron el techo» de varias habitaciones.
Ha hecho uso de la desbrozadora para acondicionar el área de alrededor de la casa, indicando que «si de verdad viniera gente, esto no habría estado así». De conseguir una relativa estabilidad, aclaró que tiene la intención de que sus otros dos hijos también vivan con ellos.
La casa, en cambio, no presenta ningún desperfecto, abandono, obra o destrozo más allá de la puerta rota, aunque faltan todos los objetos personales del dueño, que se acumulan en bolsas de basura en un lateral de la vivienda, a plena vista del resto de vecinos. Estos desmienten las acusaciones, conocen al propietario, «nunca» se ha consumido en la casa y no estaba «descuidada».
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