Los vecinos de Quintes, alarmados por la entrada de unos okupas en una casa: «Tenemos miedo del efecto llamada»
Advirtieron de la entrada de dos familias con menores y el dueño de la vivienda, en la zona de Granderroble, ya ha presentado una denuncia por usurpación en la Guardia Civil
Preocupación y mucha inquietud entre los vecinos de Quintes, en Villaviciosa. Un grupo de okupas (formado por dos familias con ... menores, según los testigos), han entrado en una vivienda en la zona de Granderroble, en las inmediaciones de la fábrica repostera. Fueron los residentes de alrededor los que dieron la voz de alarma al propietario que, actualmente, reside en Gijón, pero aunque «sólo pasaron unas horas desde que avisamos hasta que llegó él ya no se pudo hacer nada para echarlos». Este ya ha presentado la denuncia por usurpación de vivienda.
La Asociación de Vecinos La Parpayuela de Quintes ha enviado un escrito tanto a los socios como al Ayuntamiento para «expresar su inquietud» y, sobre todo, para señalar su «miedo al efecto llamada en este tipo de casos, porque a veces se sienten más seguros si hay casas okupadas cerca y pueden venir más», explicó el presidente de la entidad, Dioni Novel.
El caso de Granderroble ocurrió «durante el pasado fin de semana». El sábado, «en torno a las siete de la tarde», dos coches aparcaron delante de la casa. De ellos se bajaron cuatro adultos con menores, «parece que son dos familias y llevaban tres perros». En un principio, dijo Novel, «no le dimos mayor importancia porque pensamos que podrían ser invitados del dueño, él no vive allí actualmente pero suele venir mucho cada fin de semana».
La preocupación llegó el domingo, cuando los vecinos comprobaron que «habían pasado la noche allí y se movían por la casa». Fue entonces cuando llamaron al dueño y este les confirmó que no había invitado a nadie. A las diez de la mañana se presentó ante la vivienda acompañado de la Guardia Civil, «intentaron hablar y llegar a algún acuerdo pero ellos dijeron que de allí no se iban a mover hasta que los echaran porque habían perdido el piso en el que estaban, entiendo que por impago».
La angustia para el dueño, dijo, es «enorme». Atraviesa, según los vecinos, por una situación familiar complicada y ahora «no sólo les está pagando todo, sino que también están usando lo que tiene en el interior»: la maquinaria de desbrozar y dos coches del garaje, «uno de ellos amaneció con las puertas abiertas, así que ya andan con él».
La comunidad ha hecho piña para apoyar al propietario, «un vecino de los de toda la vida que cuida de su madre, con Alzheimer, y no se puede separar de ella, por eso está en Gijón; dentro de la casa tiene todas sus pertenencias personales, las fotos de familia...», lamentó el presidente de la asociación.
Este lunes presentó la denuncia en la Guardia Civil aunque esta advirtió que no se trata de un caso de okupación al uso, sino de usurpación de vivienda. «La diferencia entre ambas es que la okupacion se da cuando es una vivienda habitual, la usurpación cuando no lo es», explicó el cuerpo. Ahora, señalaron los agentes, está en manos del juez.
«Indefensión legal»
Por su parte, las asociaciones de Quintes y Quintueles, respectivamente, han preguntado a las autoridades cuáles son las medidas que deben adaptar en estos casos, principalmente en prevención. «En la zona hay bastante segunda residencia, algunas casas se cierren ahora, entre septiembre y octubre, así que hay alarma social«, señaló Novel. Resienten la »desprotección« que ello implica, »porque parece que si sólo los pillas en el acto se puede hacer algo, pero después de haber pasado la noche ya no se les puede sacar; esto es una indefensión legal«.
Según las recomendaciones de la Guardia Civil, a través de las redes sociales han compartido algunas directrices básicas, como anotar los datos personales de los testigos o no cortar los suministros. En caso de ser un vecino, recomiendan evitar enfrentamientos, si es posible grabar la ocupación y avisar de inmediato al propietario de la vivienda.
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