El Serida refuerza la lucha contra la vecería y los hongos con 20 variedades de manzana
Durante el resto del año «se tratará de difundir» los beneficios de estas frutas con el objetivo de conseguir producción «a partir de 2027»
El futuro de la producción de manzana asturiana está en la mejora genética. Con motivo de las celebraciones del Día Internacional de la Manzana o ' ... Apple Day', en Villaviciosa se aprovechó para hablar a los productores de las veinte nuevas variedades creadas en el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) y que saldrán pronto a la venta.
Dieciocho de ellas son para la elaboración de sidra y las otras dos, de mesa. Enrique Dapena, investigador y responsable del área de fruticultura, fue quien dio abordó esta cuestión en el Ateneo Obrero, en unas jornadas organizadas por la Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología (SEAE).
Actualmente, dijo, el consejo regulador de la DOP Sidra de Asturias, «reconoce 76 variedades« y las mejoradas, »están amparadas« desde hace años dentro de ese grupo. Se registraron alrededor de 2016, tras un largo proceso de selección y mejora desde 1989, cuando empezó el programa de mejora genética. Sólo ahora, tras asegurar los resultados, saldrán a la venta.
El objetivo de esta iniciativa, aún en desarrollo, es resolver los dos principales problemas de esta fruta: los hongos y la producción irregular. Son dificultades que arrastra el sector desde hace años y en las que el cambio climático es un factor determinante. Por un lado, propicia la aparición de enfermedades en la manzana, como el oidio y el moteado; y por el otro afecta a la vecería –la alternancia de la cosecha en año par e impar–, lo que provoca una menor producción.
Por eso, explicó Dapena, se buscó partir de lo conocido, «identificamos primero a las manzanas asturianas más resistentes a los hongos y cuáles tenían la floración más temprana», desde ahí se pasó a la polinización cruzada y se comenzó la evaluación de las frutas que iban creciendo.
Más productividad
El resultado han sido estas veinte variedades, dulces, amargas o ácidas, «según lo que se prefiera» que «consiguen más productividad, la hace regular», aunque hay pendiente mejorar en esa área e «ir a meses en concreto» para la cosecha.
Además, una de las ventajas inesperadas que se obtuvo en el programa de mejora es que se consiguieron algunas manzanas «con menos exigencia de frío», ya no necesitan tanto como las variedades originales. Es algo muy positivo «para la producción en general» pero muy especialmente para el «oriente asturiano», señaló Dapena, pues el cambio climático afectaba a las pomaradas de esa zona durante los meses de más calor.
Ahora lo que toca es acercarlo a los productores, tanto los veteranos como los nuevos interesados en empezar a plantar. Durante el resto del año «se tratará de difundir» estas variedades para poder conseguir una producción regular de las mismas «a partir de 2027».
Además de las charlas del Ateneo Obrero se llevaron a cabo visitas a parcelas experimentales del Serida, donde enseñaron las variedades cultivadas en un sistema semiintensivo de producción ecológica.
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