Asturianos en la diáspora
Maykon Singami nació en Japón, vivió en Brasil pero llegó con diez años a Gijón y se siente el más asturiano. Hace seis meses que vive en Dubái
M. F. A.
GIJÓN
Sábado, 28 de junio 2025, 23:33
Maykon Singami nació en Kobe, en Japón, en 1997, de padre japonés y madre brasileña. Con dos años se fue a Brasil y con diez llegó a Gijón. Y, digan lo que digan la genética y la geografía, es asturiano porque así se siente. «En el barrio del Parchís me crié, en la calle Jovellanos para ser precisos, estudié en el colegio Jovellanos, de ahí al instituto Jovellanos, y de ahí a la Facultad Jovellanos, donde hice el grado de Turismo», relata con gracia. «En Asturias tengo mis raíces, el acento, las costumbres, allí viven mis padres, mis sobrinos y allí tengo a todos mis amigos de toda la vida. A día de hoy, si me preguntan digo que soy asturiano».
Fue en 2021 cuando acabó la carrera e hizo el petate. «Necesitaba trabajar mientras hacía el máster, por lo que ese mismo verano, mientras esperaba que llegase septiembre para empezar un MBA a distancia, hice un curso de azafato. A la semana de acabar me llegó una oferta para trabajar en Ryanair. De una semana a otra, me mudé y empecé mi carrera profesional en la aviación viviendo en Letonia y Polonia durante más de dos años». Empezó a ascender hasta alcanzar el puesto de auditor, encargado de auditar toda su operativa global desde Madrid. A finales de 2024 Emirates le ofreció ser el auditor de la operativa aeroportuaria de su filial (Dnata). En esas anda ahora: «Es duro tomar la decisión de volver a irte de España estando a solo cuatro horas en AVE de Gijón, sabiendo que verás menos a tu familia». Pero merecía la pena hacerlo: «Es un trabajo de muchísima responsabilidad, ya que al fin y al cabo has de asegurarte que cada aeropuerto de su red global cumple con todos los estándares de seguridad y calidad para operar; pero a la vez es también muy bonito».
Es el suyo un trabajo muy dinámico y está rodeado personas de todo el mundo. «Dnata opera en 16 países, entre los que se incluyen Brasil, Estados Unidos, Australia, Suiza, Singapur, Filipinas, Pakistán, Irak… , así que aburrir no me aburro».
Habita un entorno multicultural en Dubái. «En mi empresa convergen más de 160 nacionalidades, desde locales hasta los países más remotos del mundo. Eso es algo que te abre la mente, estar expuestos a tantas culturas es algo muy bonito». Emiratos, sostiene, obra una multiculturalidad respetuosa sin renunciar a la tradición. Y lo valora en grado máximo. Porque si en Gijón todo el mundo se asombraba de su origen brasileño-japonés; allí, nadie.
Pero no fue trabajar con Emirates la única razón que le llevó a Dubái. «También soy entrenador personal online desde hace ocho años, y este es un mercado enorme en Dubái. Aunque no es mi fuente principal de ingresos, potencialmente lo podría acabar siendo ya que aquí la carga impositiva es prácticamente nula», cuenta. Que nadie advierta una crítica a los impuestos. Agradece la educación gratuita de España, pero piensa que la carga fiscal «en ocasiones es excesiva, especialmente si estás empezando en el mundo de los emprendimientos».
Vive en una situación privilegada. Está a siete horas de Madrid o Barcelona, a cinco de Tailandia. Y ese es otro pro: «Te abre un abanico infinito de posibilidades a explorar el mundo. Y es que Emirates tiene descuentos impresionantes de vuelos para empleados».
Obvio es que tener amigos de todas las nacionalidades es otra gran ventaja. «Como el 85% de la población es extranjera, todo el mundo está abierto a conocer a gente. Todo el mundo aquí se vino a buscarse la vida, todos salieron de su zona de confort, todos tienen una bonita historia de superación detrás, nadie que está aquí es conformista y eso hace que se haya creado un ecosistema de crecimiento personal», resume. Lleva solo seis meses, pero ha creado un círculo de apoyo fundamental.
Hay un precio a pagar por tantas ventajas y por un clima de playa durante todo el año: el calor infernal del verano. « Todo aquí tiene aire acondicionado por lo que los planes indoor toman fuerza, hasta puedes esquiar dentro de centros comerciales durante el verano».
No hay grandes diferencias entre Dubái y otro país occidental a juicio de este joven que no tiene plan de vuelta a corto plazo. «Asturias siempre estará en mi corazón, he vivido en siete países, y gracias a la aviación he podido explorar el mundo entero y no hay nada que se compare a Asturias. Podrá parecer una exageración, pero no te das cuenta hasta que te vas. La gente, la comida, la tranquilidad, la naturaleza, hasta la lluvia, que en su día me amargaba, hacen de ese lugar algo único». No hay duda de lo dicho y por eso anima a todos a salir fuera un tiempo para mirar y ver con otra perspectiva.
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