Asturianos en la diáspora

Entre México y Llanes

«Mi idea es jubilarme joven y regresar»

Siguiendo el mismo destino que generaciones de sus paisanos del oriente de Asturias, Juan Manuel Pedrón Cuétara (Llanes, 1980), encontró el suyo en México, el país en el que reside de forma continuada desde hace doce años y donde ha formado su familia. Estudió Eduación Física en la entonces Escuela Universitaria de Magisterio de Oviedo y en un paréntesis, mientras preparaba oposiciones, le surgió la oportunidad de viajar al país azteca con un amigo mexicano que veraneaba en Llanes y de esa estancia eventual surgiría, poco tiempo después, un horizonte profesional que le lleva hasta hoy dirigiendo una empresa textil y como representante legal de dos inmobiliarias.

Desde la ciudad de México, en el D.F.,donde se ha establecido, Pedrón evoca que fue en 2009 cuando aquel amigo de los veranos «me invitó a pasar el invierno en México: 'Practicamos buceo y me echas una mano en la fábrica'. Volví los siguientes inviernos y allí en una fiesta a la que me invitó otra amiga, con familia llanisca, conocí a la que hoy es mi mujer. En la fábrica empecé como director, luego la compramos con otro socio». Ahora es él y su familia quienes vuelven a Llanes cada verano. «A mi hijo le encanta, sobre todo por la libertad que tiene para moverse, algo muy distinto a su vida aquí».

El mayor contraste que destaca el empresario es «la gran diferenciación social que hay en México. Puede ser positivo si quieres vivir en una burbuja, pero negativo porque a la vez hace que para que todo mundo tenga acceso a ciertos privilegios esa burbuja es cada vez más cara para el que la quiere pagar. En España estamos acostumbrados a que somos todos más o menos iguales y aquí hay mucha menos clase media. Las diferencias se notan y los precios para vivir en ciertas zonas son desorbitados en comparación a los de aquí », explica. Una consecuencia de ello es el carácter que en ocasiones toma allí la inseguridad en la calle: «Hay asaltos como en todos los países pero aquí a veces se dán con mayor agresividad, en parte por esa diferenciación social. Tienes que andar con 20 ojos». Por lo demás, Pedrón se siente a gusto en México y el estrés de la vida cotidiana en una gran urbe lo combate pasando los fines de semana con su famila en la finca de unos amigos en el Valle del Bravo.

Sus planes de futuro son «jubilarme joven, en unos doce o quince años y volver a España, cuando también el crío pueda elegir dónde quiere estudiar. A mi mujer le gusta Santander y es posible que nos instalemos allí, que está a cuarenta minutos de mi familia en Llanes. Si todo sale bien esa es nuestra idea», revela con un deje que mezcla ya sus dos raíces de aquí y de allá.

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