«México es especial, es mi segunda patria»
La historiadora Amparo Fernández es la nueva cronista de Puebla, un trabajo «altruista» en el que rescatará el acervo cultural para preservarlo
México es «especial, es mi segunda patria», dice Amparo Fernández (Blimea, 1961). Esta historiadora se fue por primera vez de Asturias hace ya veintinueve años, en 1995, y desde entonces su vida ha sido un auténtico no parar. «De aquella hacía tres años que había leído mi tesis doctoral y, en ese entonces, la Agencia Española de Cooperación Internacional lanzó una convocatoria de becas posdoctorales en México destinadas a jóvenes doctores españoles para impartir docencia en varias universidades del país», cuenta.
Fernández pensó que «podría ser una oportunidad» para avanzar en su formación, así que no se lo pensó dos veces. «Concursé y gané una de las dos plazas que había de Historia del Arte en la Universidad de las Américas de Puebla, en ese momento una de las instituciones académicas más prestigiosas de México», recuerda. Con ese puesto, empezó una andadura en la que esta asturiana puede presumir de haber recibido «un trato excelente», que le sirvió para «aprender muchas cosas» y para acabar coordinando el departamento de Historia del Arte.
Desde esa posición, Fernández quedó impresionada de «la riqueza cultural de México, de su diversidad, de la belleza de sus cuidades y paisajes y de la rica gastronomía». Fue una experiencia sumamente postitiva, que terminó en 1998, cuando regresó a Asturias. «Mi idea entonces era seguir trabajando en la investigación del patrimonio asturiano y en la docencia, pero la situación de la Universidad de Oviedo, concretamente en el departamento de Historia del Arte, fue de extrema hostilidad. Lo conocí como alumna y lo sufrí como profesora», se lamenta. «A pesar de todos mis logros curriculares, tuve que enfrentar varios pleitos legales en los concursos de plazas públicas, en los que el favoritismo era descarado», añade.
Ante esa situación tan crítica, esta asturiana decidió volver a México a buscarse la vida. «El primer año fue un poco duro, pero poco a poco se fueron acomodando las cosas. Esencialmente, mi trabajó se centro en la docencia en varias universidades poblanas». Fue un camino de muchos esfuerzos que la llevó en 2018 a ser profesora de la Universidad Iberoamericana de Puebla, donde continúa en la actualidad.
Además, en febrero de este año la contrató el Poder Judicial del Estado de Puebla y se incorporó «al la Escuela Estatal de Formación Judicial del Consejo de la Judicatura como jefa de investigación jurídica y acervos culturales». Eso significa que es «responsable de su biblioteca histórica» y también realiza «gestión cultural de proyectos».
A todo eso hay que sumar el reciente nombramiento como consejera cronista de la ciudad de Puebla. Un cargo que le supuso «una gran satisfacción, pero también mucha responsabilidad». Según cuenta, «es un cargo honorífico muy importante en la ciudad», de hecho, sus compañeros son «significativas personalidades en sus áreas profesionales y hay que estar a la altura».
Este puesto es «un trabajo altruista que explicado de forma sencilla consiste en rescatar el acervo cultural poblano y preservarlo, investigar y difundir la cultura de la zona». Con todo ello, Amparo Fernández va a centrarse en «el patrimonio histórico civil y religioso, que es mi área de especialidad» y asegura que espera «aportar muchas cosas y también aprender».
