17.240 alumnos asturianos necesitan algún apoyo educativo en el aula

Lo vienen diciendo los especialistas de Audición y Lenguaje, de Pedagogía Terapéutica, los orientadores, los directores de los centros, hace tiempo. Aumentan las necesidades y deben aumentar los recursos.

Hay que diferenciar los dos grupos que componen esos más de 17.000 estudiantes. Por un lado, están los 6.070 que presentan necesidades educativas especiales (NEE) asociadas a discapacidad o trastorno grave. La mayoría están escolarizados en centros ordinarios, objetivo que persigue la ley, y hay 724 que acuden a centros de educación especial. Según la ley educativa, el alumnado de NEE «afronta barreras que limitan su acceso, presencia, participación o aprendizaje derivadas de discapacidad o de trastornos graves de conducta, de la comunicación y del lenguaje, por un período de su escolarización o a lo largo de toda ella, y que requiere determinados apoyos y atenciones educativas específicas para la consecución de los objetivos de aprendizaje adecuados a su desarrollo». El número de niños y niñas con NEE ha aumentado de forma considerable en solo un curso, pasando de 5.440 a 6.070.

Por otro lado, están los 11.170 estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) concepto que incluye las altas capacidades intelectuales, la integración tardía en el sistema educativo, el retraso madurativo, los trastornos leves y moderados del desarrollo del lenguaje, los trastornos de aprendizaje, el desconocimiento grave de la lengua, las situaciones de vulnerabilidad socioeducativa y los trastornos de atención. Aparece en la última estadística el capítulo de trastornos de atención, con nada menos que 1.288 alumnos, que no se recogía en el anterior informe ministerial.

Desde la Consejería de Educación se analizan las cifras. «Es cierto que existe un incremento del número total de alumnado NEE. Pero es necesario matizar que no es un incremento homogéneo». La cuestión es que la mayoría de las tipologías (discapacidad auditiva, motórica, intelectual, visual, conducta, pluridiscapacidad) «se mantiene más o menos estable desde el curso 2011-2012». El incremento, aseguran desde la consejería, se debe «básicamente, a un aumento de prevalencia de las Necesidades Educativas Especiales asociadas al alumnado TEA (trastorno del espectro autista)».

La cuestión es que basándose en los datos del ministerio no se pede analizar el incremento de estos alumnos, porque la categoría de TEA solo aparece en el listado de discapacidades desde el el curso 2021-22. Ese año había escolarizados 2.397 estudiantes en centros ordinarios y 251 en centros de Educación Especial. En el curso 2022-23 fueron 2.565 y 275, respectivamente. Pero hay un dato llamativo: del total de alumnos con Necesidades Educativas Especiales del Principado, un 46% tienen trastornos del espectro autista.

Sea como fuere, la cuestión es que la atención a este colectivo ha generado un importante malestar entre los docentes especialistas, que hace unos meses crearon la plataforma 'Inclusión es ser, no solo estar', en protesta por las trabas para atender a este alumnado fuera del aula, por el exceso de burocracia y por las altas ratios de alumnos por cada docente. Han recogido firmas, solicitado entrevistas... Y finalmente, esta última semana, el mismo día en que iban a salir a manifestarse junto a las familias, la Consejería de Educación les anunció un cambio de protocolo.

Según explicó David Artime, se ampliará la posibilidad de atender fuera del aula a alumnado de Infantil que necesite del especialistas de Audición y Lenguaje. Inspección ha publicado la actualización del protocolo.