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R. IBARRA
MADRID.
Martes, 10 de mayo 2022, 01:34
Investigadores de la Facultad de Farmacia de Medway han contribuido a aislar por primera vez el virus Lloviu (LLOV), un pariente cercano del Ébola, que fue localizado por primera vez en murciélagos hallados muertos en la Cueva del Lloviu, en Peón (Villaviciosa). El LLOV forma parte de la familia de los filovirus, a la que pertenece el Ébola. Mientras que este último (y otros filovirus, incluido el virus de Marburgo, de patogenicidad similar) solo se ha dado de forma natural en África, el Lloviu fue descubierto en Europa.
El LLOV fue identificado a través de su material genético (ARN) en 2002, en murciélagos de Schreiber en la cueva asturiana de la que recibe su nombre, donde se encontraron numerosos murciélagos muertos y, posteriormente, fue detectado en murciélagos en Hungría.
Como virus zoonótico -aquellos que pasan de animales a humanos- el LLOV es de interés para la salud pública en todo el mundo, debido a nuestra estrecha relación con los animales de compañía, en la agricultura y en el entorno natural. Esto es aún más relevante en los últimos años, con la continua destrucción e invasión de los hábitats naturales de muchas criaturas salvajes. La Organización Mundial de la Salud afirma que «las zoonosis comprenden un gran porcentaje de todas las enfermedades infecciosas recientemente identificadas, así como muchas de las existentes».
El hallazgo pone de manifiesto la necesidad de futuras investigaciones que hagan frente a una posible nueva pandemia. Simon Scott y el Nigel Temperton, de la Unidad de Pseudotenia Viral (VPU) de la Facultad de Farmacia de Medway, formaron parte de un equipo dirigido por Gábor Kemenesi, de la Universidad de Pécs/Laboratorio Nacional de Virología de Hungría que, con Martin Mayora-Neto, participó en la realización de todos los experimentos de detección de anticuerpos utilizando sueros de murciélagos como parte del estudio, incluso antes de que se aislara el propio virus. Este aislamiento se produjo en el laboratorio húngaro a partir del último murciélago que dio positivo en LLOV.
Es significativo que el equipo haya descubierto ahora que Lloviu tiene el potencial de infectar células humanas y también de replicarse. Esto plantea la preocupación de una posible transmisión generalizada en Europa y urge a realizar estudios inmediatos de patogenicidad y antivirales. El trabajo que se publica en 'Nature Communications' también reveló que no hay reactividad cruzada de anticuerpos entre el LLOV y el Ébola, lo que sugiere que las vacunas existentes contra el Ébola pueden no proteger contra el Lloviu.
Scott asegura que «es vital que sepamos más sobre la distribución de este virus y que se investigue en este ámbito para evaluar los riesgos y asegurarnos de que estamos preparados para posibles epidemias y pandemias».
De su trabajo se desprende que existe un importante vacío de conocimientos sobre la patogenicidad, los huéspedes animales y la transmisibilidad de estos virus recién descubiertos. La financiación de la Academia Británica ha permitido a Scott crear un consorcio de virólogos europeos de murciélagos, aprovechando la experiencia en este campo, que abarca desde la ecología hasta la virología.
El grupo se propone llevar a cabo nuevas investigaciones esenciales en toda Europa sobre los riesgos del Lloviu para los seres humanos, además de otras familias de virus, como los coronavirus y los lisavirus (rabia), que tienen a los murciélagos como huéspedes.
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