ALSA e Inspiring Girls sellan la alianza para «fomentar el liderazgo en niñas y jóvenes»

«La sociedad está integrada en un 50% por mujeres y en ALSA trabajamos para que la representación femenina sea un reflejo de esta». Con estas palabras arrancaba Ruth Hernández, directora de Personas y Cultura de la empresa asturiana ALSA, la mesa redonda desarrollada ayer en Oviedo en torno al empoderamiento femenino.

La jornada organizada por la Fundación Inspiring Girls contó con la presencia de la directora general de Igualdad del Principado, María Jesús Álvarez, y de la de Universidad, Cristina González.

«Nuestra fundación tiene un objetivo: aumentar la ambición profesional y la autoestima de las niñas, ayudándolas a que conozcan la variedad de profesiones existentes, sin que el hecho de ser mujer suponga ninguna limitación», explicó Hernández, emocionada por un recuerdo personal, celebrando el acuerdo. «Cualquier granito que sirva para que nuestras niñas crean en sí mismas es bien recibido; que nadie les diga qué pueden y qué no pueden hacer».

Por su parte, Ana Fernández, directora de Tesorería de ALSA, puso en valor las acciones que la multinacional está desarrollando en torno a la igualdad efectiva en el ámbito laboral, como son aquellas orientadas a la conciliación con horarios flexibles o el teletrabajo, además de becas para formar a nuevas conductoras en una empresa en la que «las mujeres representan únicamente el 16% de la plantilla. Por eso es necesario concienciar a todas las personas que integran la organización, además de invertir en recursos económicos y humanos».

La periodista Alicia Hulton, maestra de ceremonias para la ocasión, señaló la necesidad de dotar a las adolescentes de las herramientas necesarias para que sean las líderes del mañana «que no se autolimiten en la consecución de sus metas». Un trabajo en el que toda la sociedad debe implicarse. «Si las niñas no ven a una conductora de autobuses, ni siquiera se les pasará por la cabeza ser conductoras de mayores», aclaró a continuación Marta Pérez, presidenta de Inspiring Girls haciendo referencia a la necesidad de dar visibilidad a las mujeres referentes. «Cuando a una niña le pides que piense en una científica, visualizará la fotografía sepia de Marie Curie sujetando una probeta en un cuarto lúgubre; ninguna quiere parecerse a ella. En cambio si le muestras a Hedy Lamarr, precursora de la tecnología que hizo posible el wifi, el bluetooth y el GPS, su percepción cambia».

Una de las intervenciones más sentidas la protagonizó la escritora Ángeles Caso, invitada como ejemplo de mujer que ha alcanzado el éxito en su disciplina. Recordando su etapa como presentadora en el 'telediario' apuntó «las presentadoras estábamos cosificadas, aunque el mayor desafío suponía tener que demostrar todo el tiempo que 'valías'». Continuó señalando «a la industria editorial le interesan las mujeres, eso sí, cuando hablamos de reconocimientos la cosa cambia» haciendo alusión a la nómina del Cervantes, «únicamente hay 6 premiadas frente a 48 premiados». También quiso señalar una anécdota personal con el recién laureado Álvaro Pombo, «hará 10 años coincidimos en una tertulia en la que apunté la existencia de una brecha de género que, entre otras cuestiones, no reconoce a las mujeres como intelectuales, a lo que este señor respondió enfurecido acusándome de estar convirtiendo al feminismo en una burla basada en pamplinas».

Marisa Barreno, embajadora de Inspiring Girls en Asturias, resaltó la estrategia de su programa 'Liderazgo y empresa' dirigido a mujeres de 16 a 19 años para dotarlas de herramientas en sostenibilidad, finanzas personales, inteligencia emocional y comunicación. «Mi bisabuela fue una mujer inspiradora. Fue la encargada de sacar adelante a la prole y manejar la economía del hogar».

La directora de Igualdad clausuró el acto señalando la brecha persistente. «Las asturianas son acreedoras de los mejores expedientes académicos, sin embargo únicamente un 9% de las matrículas en ciencias son femeninas». Apeló a la coeducación y la corresponsabilidad. «Especialmente en este contexto convulso de líderes ultraconservadores que nos quieren 'en casa con la pata quebrada'» .

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