Aparece un oso joven muerto en un coto de caza de Santo Adriano

Un ejemplar de oso joven apareció muerto en un prau incluido en un coto de caza de Santo Adriano. El animal fue localizado por un grupo de cazadores, pero no dieron aviso del hallazgo, según explica el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas). No fue hasta el pasado 25 de noviembre cuando, a través de un envío anónimo, la entidad conservacionista recibió una serie de fotografías en las que aparecía con claridad el oso muerto. Además, en las imágenes «se podían ver perros de caza y pies de personas que presuntamente estaban cazando».

Los responsables del Fapas trasladaron las imágenes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil, si bien no fue posible identificar el lugar donde se encontraba el cadáver del oso. Fue anteayer cuando un vecino del concejo de Santo Adriano dio aviso de la localización del animal. El Fapas indica que, «lamentablemente, la falta de cooperación de los cazadores locales, entendemos que presumiblemente vinculados al coto de caza de Morcín, ha obligado a la recogida de los restos en un estado muy lamentable y mucho nos tememos que hará imposible conocer las causas de la muerte de este nuevo ejemplar y que aparece en una zona muy cercana donde en mayo pasado fue recogida una cría de oso pardo que fue liberada hace unas semanas en los Picos de Europa».

Este es el segundo ejemplar de oso encontrado muerto en Asturias este año. El anterior fue localizado el 21 de septiembre por un grupo de turistas que caminaban entre Gúa y su río, en el concejo de Somiedo. Habían divisado lo que parecía el cuerpo de un oso adulto. En aquella ocasión la Administración regional desplazó a un equipo que verificó que se trataba de un ejemplar en avanzado estado de descomposición. Los restos del animal se trasladaron al Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) para realizar la necropsia. Además, en la zona donde se encontró el cadáver de ese ejemplar no había casquillos, balas ni otros elementos que sustentaran la hipótesis de una muerte violenta.

Pero también hay que hablar de la parte positiva, ya que la osezna 'Saba' fue recogida herida a finales de mayo y, tras varios meses para conseguir su recuperación en Cantabria y León sin que tuviera contacto con el hombre, el 6 de noviembre pasado fue reintroducida en la naturaleza en la zona occidental del Parque Nacional de los Picos de Europa

La población osera está en franco incremento en el Principado y se estima que en los montes de la región hay entre 230 y 270 ejemplares. El último recuento efectuado indica que en la región hay 22 hembras y 38 oseznos, de las 38 y 64, respectivamente, localizados en toda la cordillera Cantábrica. Se consolida así la presencia de una especie que, aunque sigue en peligro de extinción, ha visto aumentar su población año a año en toda la cornisa cantábrica.