Barbón, tras la reunión de Santiago: «No queremos privilegios, sino los mismos servicios de calidad»
La declaración del Foro de Santiago reivindica el estado autonómico y pide mayor decisión en la asignación de fondos europeos | Se aboga por una reforma de la financiación local y un modelo de financiación autonómica que tenga en cuenta el envejecimiento, la dispersión, y la orografía, entre otros factores
Treinta y cinco puntos de declaración tras el Foro de presidentes regionales en Santiago de Compostela que, según resumió Adrián Barbón, «aborda el futuro del estado del bienestar». Los conceptos más repetidos al término fueron las de «consenso», «espíritu constructivo» y «estado autonómico». Porque lo que más se repetía, y reivindicaba, esta mañana en la ciudad gallega, es el estado autonómico, el modelo de país, y cómo se quieren que sea la España del futuro».
Aquí es donde entra la financiación, y el coste real de los servicios. Se habla en el documento del «evaluar los gatos vinculados a la educación, sanidad, y servicios sociales, dado su elevado peso relativo en todas las comunidades autónomas», y se pide una «financiación justa e igualitaria» en la que se tenga en cuenta «además de los costes fijos, la superficie, dispersión, la baja densidad, orografía, la baja natalidad o el envejecimiento y sobreenvejecimiento de la población».
«Sin una financiación hay un riesgo de atención sanitaria y educativa», dijo Barbón y subrayó que «no pedimos privilegios sino la prestación de servicios de la misma calidad». Puso como ejemplo, lo que cuesta en comunidades envejecidas la protección de los mayores o mantener escuelas rurales con cuatro alumnos.
En un guiño al debate sobre la oficialidad del asturiano, el presidente regional dijo, refiriéndose a su homólogo gallego: «Siempre es un placer estar aquí y ver ese respeto al patrimonio inmaterial como es vuestra lengua, y cómo la vive la ciudadanía».
Los fondos europeos ocupan cinco puntos de la declaración final. Ahí se cita que son «una oportunidad única para consolidar la recuperación económica» abogando porque el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia asigne recursos «para financiar proyectos públicos y privados que garanticen una salida cohesionada de la crisis». Al respecto, la declaración dice que «el Estado debe aportar tanto los criterios que se garantice una convergencia en renta per cápita de las diferentes partes del territorio como criterios vinculados al reto demográfico». Asimismo se reivindica no hacer competir la asignación de recursos de la política de cohesión con el reparto de fondos de recuperación «de modo que se asegure la complementariedad y un uso óptimo de los recursos en los territorios con importantes desventajas demográficas».
Lo que también preocupa es cómo se negociará con el Estado, y principalmente, que no se repitan los errores del pasado. De lo acorado en Santiago lo que se exige a Pedro Sánchez es que la financiación sea pactada en foros multilaterales porque solo de esta forma se pueden lograr los consensos. Específicamente se pide que «este debate quede al margen de los encuentros bilaterales que se mantienen con cada territorio». Este fue precisamente uno de los puntos que más costó cerrar desde que se diera a conocer el primer borrador con el que se encaraba la reunión de hoy. También se pidió «transparencia» y el refuerzo del Consejo de Política Fiscal y Financiera para que analice cual es el coste real de los servicios y se establezcan mecanismos anuales de revisión de los mismos. Sobre educación se apostó por la universalización de la educación de 0 a 3 años para facilitar la conciliación laboral.
Una de las novedades de esta decclaración respecto a otras precedentes, es que se abordó la Ley de Depedencia. En concreto, se apuesta por la creación de un nuevo grupo de edad a partir de 85 años. Se justifica porque ahí se concentral el mayor número de destinatarios de tal forma la financiación sea suficiente para alcanzar los niveles de cobertura contemplados originalmente.