Asturias registra un fuerte incremento de las afecciones respiratorias

Es la antesala de la epidemia estacional que suele ser habitual por estas fechas y que el año pasado saturó los centros de salud y hospitales en plenas navidades. En esta ocasión, y si se cumplen las estimaciones de los expertos en salud pública, el mayor pico de gripe A se producirá algo más tarde, en la primera quincena de enero. Aun así, la consejera de Salud, Concepción Saavedra, recomienda a la población asturiana que empiece ya a extremar las medidas de prevención e higiene: «Sería recomendable no toser ni estornudar directamente a otras personas, lavarse las manos y lavar las superficies, ventilar los espacios y vacunarse».

Recomendaciones que «son más necesarias ahora», no sólo porque se esté disparando la gripe A, que es mucho más contagiosa y problemática que la convencional, sino también porque el crecimiento de esta enfermedad respiratoria coincide con una mayor incidencia de la covid-19. El Servicio de Vigilancia Epidemiológica advierte, en el informe publicado este jueves, de que el coronavirus «se ha duplicado» en la última semana, cuando a principios del mes de diciembre su presencia se consideraba prácticamente testimonial.

«Si bien la gripe se centraba hasta ahora en edades pediátricas preferentemente, se nota ya una mayor circulación en edades adultas», precisa el informe epidemiológico del Principado. Son los adultos, precisamente, los que están incrementando las consultas en Atención Primaria por infecciones respiratorias agudas. Aun así, «estamos viendo muchos casos pediátricos de covid», constatan los expertos autonómicos en salud pública, que observan, asimismo, «un descenso de VRS» entre los niños.

De hecho, el acmé del virus respiratorio sincitial, causante de las bronquiolitis en menores, ya se da por superado. Debido a la «altísima cobertura inmunitaria» alcanzada en Asturias –donde un 98% de los bebés se han vacunado frente al VRS–, el impacto de de ese pico infeccioso ha sido mucho menor que en anteriores ocasiones, cuando todavía no se administraba la profilaxis frente a este patógeno que, en los casos leves, se manifiesta con síntomas similares a los de un resfriado común.

El espacio epidemiológico que deja el VRS lo están ocupando la gripe A y el coronavirus. Las autoridades sanitarias asturianas ya aventuraban, cuando se inició la campaña de vacunación a finales de septiembre, que la epidemia estacional de gripe sería este año muy fuerte. «Esperamos una recrudescencia de la epidemia gripal en las próximas semanas», avisan desde la dirección general de Salud Pública, al tiempo que recuerdan que la campaña de vacunación contra la gripe y la covid sigue en marcha.

Que aumenten los casos de gripe y coronavirus se traduce en una mayor actividad asistencial. El informe emitido por los expertos de la dirección general de Salud Pública, que monitoriza durante todo el año la evolución de las infecciones respiratorias agudas a través de su Servicio de Vigilancia Epidemiológica, sitúa ese aumento en un 23% en Atención Primaria y en un 13% en los hospitales.

«En las guardias, ya vemos mucha gente por infecciones respiratorias», constatan los médicos de Familia, «pero la mayoría de los pacientes vienen con cuadros banales», que no acarrean complicaciones ni desembocan en ingresos hospitalarios. Sí destacan los facultativos que «este año estamos notando más mocos, tos y menos fiebre» que en temporadas anteriores.

También señalan que el momento de mayor intensidad de la gripe «se está retrasando un poco», aunque «ya la tenemos aquí». En 2023, por estas fechas, Asturias se encontraba en plena epidemia de virus respiratorios. Este año, sin embargo, el mayor pico gripal se registrará en la primera quincena de enero, según las previsiones de los epidemiólogos. Las interacciones sociales propias de las fiestas navideñas contribuirán a ello.

A día de hoy, «las infecciones respiratorias agudas están subiendo en adultos y las infecciones graves también». En el caso de la población pediátrica, se mantienen las primeras y descienden las complicaciones que requieren hospitalización.