La 'Y' recupera sus dos calzadas y la obra del tercer carril queda a falta de los últimos remates
Los conductores circularán desde hoy sobre el nuevo firme en toda la zona de la ampliación, salvo en el carril pegado a la mediana
Lo adelantaba EL COMERCIO.es ayer. El Ministerio de Transportes pisó el acelerador y aprovechó el buen tiempo para agilizar la última gran actuación pendiente en la zona de ampliación de la 'Y', esto es, el extendido de la última capa del firme, que tiene una composición especialmente diseñada para mitigar el ruido y la formación de charcos. El esfuerzo dio resultado y los técnicos se preparaban anoche para ejecutar las maniobras con las que reabrir al tráfico la segunda calzada. Su plan de trabajo contemplaba ir recolocando durante todo su turno los conos y barreras provisionales para que el tráfico de primera hora de esta mañana pudiera encontrar las dos calzadas libres. El hito supone que los usuarios recuperan ese espacio dos días antes de lo que inicialmente se había programado.
Tras casi cuatro años de obra, paciencia y unos atascos en las últimas semanas que avivaron la crítica política, lo que encontrarán desde hoy abiertos los cerca de 65.000 vehículos que pasan a diario por el tramo son tres carriles por sentido entre Lugones y Matalablima, de los que dos pertenecen al tronco de la A-66, y el último es una de las novedades de esta actuación: un carril adicional de trenzado que discurre desde el enlace de Lugones (con la AS-17) hasta el de Paredes (con la A-64). Seguirá cortado el carril contiguo a la mediana en ambas sentidos para ejecutar los últimos remates y se mantendrá unos días más la velocidad limitada a 60 kilómetros por hora.
La 'Y' es la infraestructura más utilizada por los asturianos desde su inauguración, hace ya 47 años, un tiempo donde los cambios han sido escasos hasta ahora. Su ejecución en hormigón armado fue una apuesta de los ingenieros de la época por un material más caro de utilizar que el aglomerado, pero con mayor resistencia y que a largo plazo acaba resultando rentable por sus inferiores costes de mantenimiento. Se sabía que la vía estaría muy condicionada por la lluvia y el tráfico pesado, así que para asegurar una mayor adherencia se optó por estriar la superficie, con hendiduras todas hechas a la misma distancia. El objetivo se consiguió, pero luego se descubriría que cuando las hendiduras se hacen a distancias variables se logra además reducir el ruido.
Ese es otro de los grandes cambios que están pudiendo experimentar ahora los usuarios. Las calzadas originales de 1976 se ensancharon aprovechando el espacio disponible en la mediana y el exterior. En una primera etapa la ampliación se hizo con hormigón armado, para homogeneizar la base. Una vez dispuesta toda la superficie, se han ido aplicando capas de aglomerado. La que estrenan ahora los conductores en ambos sentidos tiene lo que se conoce como propiedades fonoabsorventes, esto es, huecos por los que el agua de lluvia y el ruido del contacto con las ruedas se diluirá.
Adiós al ruido
La 'Y' del siglo XXI empieza así a manifestarse. Será una vía menos ruidosa, con pantallas en los márgenes para reducir los decibelios que soportan los vecinos más próximos a la infraestructura. Se han desplegado luminarias de bajo consumo y aprovechado para reformar los accesos y salidas, de forma que los conductores dispongan de más margen para hacer la maniobra.
Tal y como se viene anticipando desde la fase de redacción de proyecto y licitación de la obra, en el escenario final la velocidad estará restringida a 100 kilómetros por hora por un parámetro técnico. La ampliación redujo el espacio de la mediana, lo que provoca que al conductor le resulte más intensa la iluminación de quienes circulen en sentido contrario, fatiga que se palia rebajando la velocidad.
Para esa situación habrá que esperar unos días más. La obra queda terminada a falta de los últimos remates en la mediana, consistentes sobre todo en detalles de señalización horizontal (faltan unos cebreados), vertical y la prolongación de la barrera de hormigón en los tramos abiertos estos días para hacer el 'by-pass' entre calzadas. Hay otros puntos con barrera de obra que debe ser sustituida por la de hormigón y alguna junta por poner.
Para completar estas faenas se mantendrá la limitación de velocidad en los 60 kilómetros por hora, determinada para dar seguridad a los operarios que deben trabajar en la mediana. Desde Transportes siguen de cerca el avance de los remates con la intención de estar presentes en un acto de inauguración en el que, si la agenda lo permite, se espera la asistencia de la propia ministra, Raquel Sánchez.