Barbón augura la «abstención» del PP en la oficialidad y Queipo le reta a convocar elecciones

Abrió el melón el presidente del PP, Álvaro Queipo, quien afeó nuevamente al máximo dirigente autonómico que no se hubiera puesto en contacto con él como líder del principal partido de la oposición para abordar cuestiones de máxima relevancia -citando desde la baja tasa de empleo hasta las listas de espera, pasando por la situación de la industria o los retrasos en las infraestructuras- y sí lo hubiera hecho para abordar el debate de la cooficialidad «cuando sabe que no me he movido ni un milímetro» en mi posicionamiento al respecto. Esto es, sí a la protección del asturiano pero no a la oficialidad. Entiende el popular que Barbón abre este debate para «sembrar discordia» y «dividir y marginar a la mayoría de los asturianos». Por ello, el presidente del PP le retó en sede parlamentaria a convocar elecciones «si realmente considera que existe un clamor en Asturias» en favor de la oficialidad y, de lo contrario, le pidió que «deje de enredar».

Dando la vuelta a los mismos argumentos, Barbón reprochó al portavoz popular que fuera él quien hubiera dado la espalda a los principales problemas de Asturias al no apoyar unos presupuestos autonómicos que incluyen financiación para poner en marcha, por ejemplo, planes de choque contra las listas de espera en la sanidad o los bonos para poder viajar en transporte público de forma ilimitada por 30 euros al mes. Y respondió que su Gobierno da el paso ahora de llevar el debate para la reforma del Estatuto de Autonomía a la Junta General por «convicción personal», por «coherencia» con su programa electoral y por «oportunidad, porque parecía que con ustedes se abría un tiempo nuevo», en referencia a las manifestaciones de Álvaro Queipo sobre el asturiano, mostrando claramente una mayor sensibilidad hacia la llingua que su antecesora en el cargo. «Pero es insostenible intentar quedar bien con todo el mundo todo el tiempo», espetó el líder socialista. Es más, el presidente autonómico se mostró convencido de que las últimas manifestaciones realizadas por el líder popular dejando claro que no apoyará la reforma del Estatuto buscan poner fin a la «polémica interna» en este partido que, dice, habría ocasionado el propio presidente de este partido con su «coqueteo con el asturiano».

Y es que precisamente por la «ambigüedad» en el nuevo discurso de los populares en relación a la llingua, Barbón se mostró convencido de que, finalmente, el grupo que preside Álvaro Queipo se abstendrá en la votación de la proposición de ley con la que se propondrá reformar el Estatuto de Autonomía, y que el Principado dará a conocer próximamente a los grupos parlamentarios que, con excepción de Vox, han sido convocados para el próximo 23 de mayo. La rotundidad e insistencia al respecto de Barbón en sede parlamentaria sobre este asunto generó cierto murmullo en la bancada popular, que aún desconoce el detalle de la propuesta. Hasta el momento, su portavoz ha dicho de forma contundente que no apoyará ninguna reforma del Estatuto para avanzar hacia la oficialidad porque está en contra de la imposición de la llingua y, en su opinión, no existe un modelo de «oficialidad amable» que no implique obligatoriedad. «Asturiano sí, pero en libertad», dice.

Vox también aprovechó el turno de preguntas al presidente para poner encima de la mesa este debate. Aunque con un posicionamiento mucho más crítico que el PP, Barbón no tardó en buscar paralelismos. «Les agradezco esta coordinación. Veo que ya están trabajando en futuribles gobiernos», apostilló. La portavoz de Vox, Carolina López, quiso sin embargo marcar distancias con el PP en este asunto, al que acusó de ser «cómplice» de favorecer la «oficialidad por la puerta de atrás» que en su opinión ya está llevando a cabo el Gobierno regional. Recriminó al PSOE que esté «despilfarrando» recursos en la llingua «sin ser oficial» y de pretender con la oficialidad «crear chiringuitos para mercadear con los votos». López señaló incluso que, del total de alumnos asturianos en todas las etapas educativas, sólo el 20% de los alumnos cursan el asturiano, porcentaje que se reduce al 9% en Bachillerato, y acusó a Barbón de querer «imponer una lengua inventada» a base de «batir, mezclar y triturar todos nuestros bables». Lo que, en su opinión, «es un atentado contra nuestra identidad».

Ante tales declaraciones, el también secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) volvió a afear a los diputados de Vox que sigan sin renunciar a los sueldos y a las aportaciones económicas que reciben como grupo parlamentario «pese a decir que no creen en el Estado de las Autonomías». Les acusó, además, de querer «dejar caer» el asturiano y el eonaviego, subrayando que son dos bienes culturales inmateriales de Asturias que deben protegerse. «Nadie se plantearía dejar caer Santa María del Naranco», comparó Barbón, quien también hizo alusiones a Jovellanos para demostrar que la cooficialidad es la única forma de proteger una lengua que «ha existido durante siglos».

El 25 de mayo de 1808 la Junta General declaró la guerra a la Francia de Napoleón Bonaparte y por tercer año consecutivo el Principado se prepara para conmemorar con una celebración institucional esa fecha. Lo hace bajo la denominación de Día de la Bandera.

Para calentar motores la web del Principado ha rescatado el cómic que el pasado año editó recreando el acontecimiento; lo firma el ilustrador Javi de Castro y se ofrece, como toda la web, en español, asturiano y gallego-asturiano (o eonaviego).

También provecha para divulgar el libro descargable 'La significación histórico-política del 25 de mayo de 1808a', editado en 2021, con textos de el presidente de la Asociación de Amigos del País de Asturias, José María Fernández González; el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, Ignacio Fernández Sarasola, y la profesora titular de Historia del Derecho y de las Instituciones, Marta Friera Álvarez. El primer capítulo es del presidente del Principado, Adrián Barbón, explicando que su objetivo al recuperar desde 2021 la celebración de esta fecha es la de crear un acto institucional, no de partido. «En nuestra España, donde los independentistas bucean de continuo para hallar algún pecio al que amarrar su relato nacional, qué comunidad no se sentiría orgullosa de haber sido la primera en declarar la guerra al invasor», defiende el presidente en su artículo.