Barbón: «Francia debe cumplir sus obligaciones con el corredor atlántico»
El presidente del Principado reivindica en Santo Toribio de Liébana «la figura histórica de Pelayo, que une inequívocamente a cántabros y asturies»
O. V.
Santo Toribio de Liébana
Lunes, 17 de abril 2023, 04:00
Pocos actos más simbólicos y llenos de sentimiento hay en la vecina Cantabria que la apertura de la Puerta del Perdón por el Año Jubilar ... del Santuario de Santo Toribio de Liébana. Es un acto de cariz eminentemente religioso, pero, al igual que Covadonga para los asturianos, Santo Toribio es mucho más que un santuario para los cántabros, y también para buena parte de los asturianos. Dentro de las buenas relaciones que últimamente están exhibiendo los presidentes autonómicos de ambas regiones, el asturiano Adrián Barbón acudió ayer a Santo Toribio para acompañar al cántabro Miguel Ángel Revilla en este importante acto. Barbón subrayó que «no podía faltar a la invitación, hay una conexión histórica entre Liébana y Covadonga».
El presidente asturiano, precisamente, anotó que el año jubilar no solo moviliza «por la fe, sino por muchos otros motivos: por los vínculos históricos y por la cultura. Hay muchísima gente que se siente atraída por conocer nuestra historia».
Camino de los Santuarios
Barbón recordó que los gobiernos de Asturias y Cantabria «hemos trabajado en unir políticamente muchos caminos juntos, en temas como la financiación autonómica o la defensa de nuestros territorios, pero también culturalmente. Hoy hemos iniciado un trabajo que es el Camino de los Santuarios, para poner en valor la conexión entre nuestros santuarios, Liébana y Covadonga, por los vínculos históricos por los que nació el Reino de Asturias, en torno a la figura de Pelayo, a esa resistencia, y que luego fue construyéndose politicamente, expandiéndose y que a nosotros nos gusta reivindicar».
Con un tono cercano a los que se escucha en discursos de partidos de nacionalismo moderado, Barbón anotó que «hay tres certezas en la historia: una es la figura de Pelayo, histórica y reconocida que nos une inequívocamente a Cántabros y Asturias. La segunda, la batalla de Covadonga, que como dicen las crónicas y el presidente Revilla hayó su culminación en el monte Subieres. Y en tercer lugar, el surgimiento de una entidad jurídico política propia que cambió la historia, que es el Reino de Asturias».
La consecuencia política
Unidad en el sentimiento, pero también en los objetivos políticos. Barbón insistió en la idea de que las pequeñas comunidades ganan fuerza cuando se unen en reivindicaciones justas: «En esta legislatura Asturias y Cantabria hemos tejido lazos de hermandad, que ya existían entre los pueblos, pero a nivel institucional son mucho más fuertes que nunca. Nos sentimos como hermanos, hay cariño personal que se traslada a los gobiernos: somos dos comunidades uniprovinciales en un momento en el que hay mucho en juego, y nuestra alianza nos va a beneficiar a los dos. Pero además hemos ampliado: nos invitó el lehendakari a aquella cumbre que tuvimos en Vitoria, que lo que pretendía es que el corredor del Atlántico tenga una salida a Francia, y hay que obligar a Francia a que se comprometa con sus obligaciones con España, porque de nada sirve hacer las inversiones en España si luego Francia no cumple», remató.
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