El HUCA emprende una nueva etapa en la que «exprimirá» inteligencia artificial y telemedicina

El presidente autonómico se refirió a Noa, la primera niña que nació en el nuevo HUCA, y a su madre, Nerea; al doctor César Moris, padre de un equipo de cardiología que es puntero y que participó en el diseño del hospital; a Cesáreo, como representante a la federación de mayores; a María Jesús, trabajadora de la limpieza; a José Ignacio, que trabaja en la cocina; a Montserrat, enfermera supervisora; a Jorge, de mantenimiento, que vino a trabajar en la construcción del hospital y se quedó; a Miguel Ángel, vigilante; y a Mariana, técnica de Rayos.

Todos ellos le acompañaron esta mañana sobre el escenario del salón de actos, donde tuvo lugar la celebración, porque «el HUCA sois vosotros, las personas que lo hacéis vivir». Tanto los que trabajan en la parte asistencial, «mas visible y espectacular», como aquellos que en lo hacen en la sala de máquinas del buque insignia de la sanidad pública asturiana.

Con esta representación del Hospital Central, que «se construyó con un planteamiento totalmente público, al contrario de lo que se hizo en otras comunidades», sopló las velas de una tarta gigante, reproducción en dulce de las instalaciones del HUCA, que más tarde se repartiría con los pacientes ingresados «para hacerles partícipes» de la celebración. «Ellos están en el centro, aquí se les da la mejor atención posible», puso en valor Adrian Barbón, que hizo repaso de algunos de los principales hitos médicos protagonizados por el gran hospital de la sanidad autonómica.

Al acto se sumó, en realidad, una amplia representación de toda la sociedad asturiana, además de autoridades sanitarias y jefes de servicio del HUCA. Desde la directora general de Ordenación del MInisterio de Sanidad al presidente de la Junta General del Principado. Desde alcaldes a cámaras de comercio. Desde el sindico mayor a los consejeros de Salud que han ocupado el cargo durante estos diez años.

Faltó la consejera actual del ramo, Concepción Saavedra, que «lucha contra la enfermedad» que la tiene de baja desde hace un par de meses. Para ellos tuvo una mención cariñosa Adrian Barbón. Como para Luis Hevia, que fue gerente del HUCA y tuvo que dejar el cargo por un problema de salud. También se acordaba hoy Barbón de los expresidentes que, de una u otra forma, hicieron posible la inauguración el 14 de junio de 2014 de un hospital que se ha convertido «en patrimonio de Asturias entera».

Mencionó a Juan Luis Rodríguez-Vigil, porque «en su cabeza prendió la chispa del proyecto». También a Vicente Álvarez Areces, por llevar a cabo la obra «frente a quienes quisieron impedirla a toda costa». Y a su antecesor, Javier Fernández, por ponerlo en marcha y «hacer un traslado modélico». Según el actual presidente del Principado, este aniversario hay que «recordarlo con orgullo».

Si bien nadie puso hoy en duda la valía asistencial del HUCA, Cesáreo Marqués, que como representante de la Federación de Mayores también hablaba en nombre de los pacientes, tampoco quiso dejar pasar la oportunidad de poner el foco sobre las listas de espera. Un problema real que determina la actividad del HUCA y de todo el servicio de salud: «Las listas de espera generan ansiedad y complicaciones a los pacientes. Necesitamos medidas eficientes».