Los casos de sífilis se duplican en Asturias y los de gonorrea se multiplican por cuatro

Según los datos recabados por la unidad de vigilancia epidemiológica de ITS, que fundamentan el informe publicado este lunes por el Instituto Carlos III, en la región se registraron el año pasado 269 casos de gonorrea, 225 de sífilis y 712 infecciones por clamidia, En 2016, cuando las autoridades sanitarias comenzaron a monitorizar la evolución de las infecciones de transmisión sexual, se produjeron, sin embargo, 73 casos de gonorrea y 114 de sífilis. En cuanto a las infecciones causadas por la 'Chlamydia trachomatis', únicamente existen referencias de los dos últimos años, porque anteriormente no existía una vigilancia ni registro individualizado de su transmisión, con el detalle que se hace ahora.

Pero de los datos que sí constan ya se puede deducir que el aumento de las ITS en el Principado está siendo considerable. La clamidia es la afección venérea que presenta una tasa más elevada de incidencia, con 70 casos declarados en 2023 por cada 100.000 habitantes. Por su parte, las notificaciones de sífilis se han duplicado desde 2016. Y los de gonorrea se han multiplicado por cuatro. Hay que decir, no obstante, que, en lo relativo a las afecciones gonocócicas, Asturias no destaca a nivel nacional, situándose en posiciones intermedias en la comparativa entre comunidades autónomas.

La realidad es que, desde 2016, las infecciones de transmisión sexual no han dejado de crecer. Sólo retrocedieron durante los años 2020 y 2021, algo que los epidemiólogos atribuyen a la situación generada por la pandemia del covid-19, tanto a los meses de confinamiento como a la sobrecarga de los servicios sanitarios y de salud pública durante esa etapa. El Ministerio de Sanidad, que ha puesto en marcha un plan de prevención y control de las infecciones de transmisión sexual, advierte de que «es crucial mejorar la calidad de los datos, especialmente en lo relativo al modo de transmisión», para poder avanzar en su diagnóstico y tratamiento precoz.

En términos generales, los jóvenes de entre 20 y 34 años constituyen el grupo de población más afectado por este incremento de casos, aunque existen algunos matices según la enfermedad. Por ejemplo, el mayor porcentaje de notificaciones en menores de 25 años tiene que ver con la 'Chlamydia trachomatis'. Y en todas las ITS se observa una mayor afectación en hombres que en mujeres, tal como apunta el informe del Instituto de Salud Carlos III. En cuanto al perfil de los afectados, se aporta también un alto porcentaje de contagios entre hombres homosexuales; que las mujeres afectadas se mueven en un rango de edad más joven que los varones; o incluso que llegan a producirse transmisiones congénitas, de madres a bebés.

Ante esta situación, el Ministerio de Sanidad se plantea como objetivo, con la colaboración de los gobiernos autonómicos, eliminar las enfermedades venéreas como problema de salud pública de aquí a 2030. Su plan se basa en un enfoque integral que abarca prevención, diagnóstico precoz, tratamiento, atención a la cronicidad –en caso de secuelas– y una mejora de la calidad de vida. «Sin olvidar la lucha contra el estigma», puntualizan las autoridades sanitarias, que están elaborando nuevas guías de manejo de las ITS.