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Daniel Fernández
Gijón
Sábado, 21 de diciembre 2024, 18:48
Ni era un afiliado harto del rumbo que estaba tomando su partido, ni era el instigador de una conspiración para derrocar al líder del partido ... y, ni mucho menos, era el hombre que iba a devolver al PSOE a sus militantes. 'Chencho', como se hacía llamar y que en agosto pasado se presentó como el portavoz de un grupo de afiliados críticos con la dirección de la FSA, es un simple estafador. Un profesional de la mentira al que la Guardia Civil y Policía ya habían echado el guante tiempo atrás por haber timado a varias empresas y que intentó hacer lo propio el verano pasado al PSOE asturiano. Pero la historia de 'Chencho' ha acabado. Según ha podido saber EL COMERCIO, ha sido cazado en Italia y ya ha sido extraditado a España. Esta es la historia del autor de los bulos de la FSA que mantuvo al partido en un estado de histeria colectiva durante una semana obligando, incluso, a intervenir a la dirección federal del PSOE.
Primero, presentemos al personaje. 'Chencho' era el nombre con el que este personaje se presentó ante los medios de comunicación, a través de llamadas telefónicas y mail en agosto pasado como el supuesto portavoz de un grupo de críticos con la gestión de la actual dirección de la Federación Socialista Asturiana (FSA) que lidera Adrián Barbón. Afirmaba que este grupo lo integraban varios alcaldes, dirigentes autonómico e, incluso, algún miembro del Gobierno de la nación y que el 16 de agosto iban a presentarse en sociedad ante la sede de Presidencia. Entre medias se fueron sucediendo cartas de apoyo de numerosas agrupaciones socialistas a Adrián Barbón e, incluso, el 15 de agosto la dirección federal del PSOE emitió un comunicado de apoyo absoluto a la dirección de la FSA y negando cualquier vinculación con ese supuesto grupo de afiliados críticos. Llegó el día de San Roque y ni 'Chencho' ni toda esa lista de supuestos críticos aparecieron. Todo había sido un 'fake' perfectamente diseñado.
Hubo muchas preguntas. ¿Quién es 'Chencho'? ¿Aquel bulo qué perseguía? ¿Formaba parte de una conspiración de la extrema derecha para desestabilizar a la FSA? ¿Escondía la identidad de un militante despechado que sólo buscaba venganza? Todo era mucho más fácil. Dicen los expertos que detrás de un delito siempre hay un móvil amoroso o dinero. Y, en este caso, ha sido lo segundo. 'Chencho' no es más que un estafador de guante blanco que ideó todo este teatro para sacar dinero a los socialistas asturianos. Y la clave para desenmascararlo se encontró en Riosa.
Tras aquella convulsa semana de agosto, Barbón convocó a la ejecutiva del partido. En ella se decidió denunciar los hechos ante la Fiscalía con el objeto de dar con el paradero del autor del bulo. Lo que ni el presidente del Principado ni ningún otro dirigente de la FSA dijeron en aquel momento es que ya disponían indicios de que 'Chencho' era un profesional de la estafa y que ya había hecho de las suyas en Riosa.
Porque sí, el inicio de esta rocambolesca historia se encuentra en Riosa. Semanas antes de lo sucedido, a finales de julio, se recibió en la agrupación socialista de este concejo la llamada de un hombre que se identificó como Juan Antonio Álvarez –más tarde se confirmó que 'Chencho' y este supuesto informador eran la misma persona– y que dijo que era periodista del periódico 'El Mundo'. En esa comunicación les informaba de que dirigentes de Izquierda Unida se habían puesto en contacto con él para iniciar una campaña de desprestigio del actual equipo de gobierno del concejo, que preside el socialista Roberto Álvarez. Es importante este detalle, porque aunque la relación PSOE-IU es cordial en líneas generales, hay lugares donde son enemigos declarados. Es el caso de Riosa, donde los socialistas arrebataron la Alcaldía a IU en las últimas elecciones y donde son bien conocidos sus enfrentamientos.
Aquel presunto periodista informaba que a raíz del 'encargo' que le había hecho IU había detectado irregularidades en la gestión del anterior equipo de gobierno local, que presidía Ana Díaz (IU). Para hacer más creíble la mentira les hizo llegar unas supuestas facturas vía whatsapp, imágenes de sólo una visualización. Es decir, que se borraban una vez vistas, sin posibilidad alguna hacer capturas de pantalla. Les decía, además, que en próximos días les visitaría para facilitarles más información, visita que, obviamente, no se produjo. El engaño ya estaba en marcha y era el momento de poner en marcha la segunda fase del engaño.
Ese supuesto informador mantuvo los contactos telefónicos con el PSOE riosano. Y en un momento les dijo que tenía constancia de que el correo electrónico del alcalde había sido pirateado y que tenía sospechas más que fundadas de que el Ayuntamiento estaba siendo objeto de un ciberataque. Pero aquel Juan Antonio Álvarez –Chencho para la FSA– les daba una solución. Les facilitaba los contactos de unos informáticos amigos suyos expertos en seguridad. Segundo anzuelo mordido. Se pusieron en contacto vía mail con esos supuestos informáticos –nunca existieron, eran la misma persona– y les confirmaron el ciberataque. Es más, para hacer más creíble la mentira en una de las comunicaciones les advertían de que una persona externa al Ayuntamiento estaba enviando a la impresora del Consistorio unos documentos. Se comprobó entonces que en ella sí había un importante volumen de páginas y que nadie de los que estaban trabajando en ese momento había enviado. En la posterior denuncia se recoge la sospecha de que el estafado si pudiera haber accedido al sistema informático de la Alcaldía y que fuera él quien hubiera enviado a imprimir la documentación para reforzar su engaño.
Los supuestos informáticos –recordamos que son la misma persona que Chencho y el supuesto periodista– ofrecieron entonces una solución, que pasaba por la instalación de un programa de seguridad. Para ello pasarían por el Ayuntamiento, pero deberían de hacer un adelanto de dinero. El Consistorio hace el ingreso, pero viene devuelto. Entonces, un miembro del PSOE se ofrece a que el pago se haga desde su tarjeta y que posteriormente se le reintegrara la cantidad. El estafador ya tenía lo que quería, los datos de una tarjeta bancaria. En días posteriores esta persona comprobó que habían cargado a su tarjeta hasta 53 operaciones que en total sumaban más de 2.000 euros. Fue entonces cuando todos cayeron que todo había sido una estafa y por ello se presentó la correspondiente denuncia.
¿Y cómo se conecta lo ocurrido en Riosa con el bulo contra la FSA? En la denuncia que presentó la Federación Socialista se incluyeron el número de teléfono desde el que Chencho hablaba con los periodistas y las direcciones IP desde donde se enviaban los comunicados del presunto grupo de afiliados críticos. Y los investigadores comprobaron que coincidían con los que el supuesto periodista de 'El Mundo' se había puesto en contacto con el PSOE de Riosa y con los que los presuntos informáticos ofrecieron soluciones al hackeo del sistema informático. En resumen, que Juan Antonio Álvarez, los informáticos y 'Chencho' eran, como la Santísima Trinidad, la misma persona.
¿Y quién es realmente? Pues un conocido estafador, que ya había logrado engañar a varias empresas de Cataluña y La Coruña y por cuyos delitos había sido condenado a prisión. De hecho, según ha podido saber EL COMERCIO, cuando ocurrieron los hechos del pasado verano este personaje estaba interno en la prisión de León, en régimen de tercer grado. Precisamente, incumplió esta condición y en una de sus salidas no reingresó en la cárcel. Fue el momento en el que supuestamente cometió la estafa en Riosa y propagó el bulo contra la FSA.
Su forma de actuar siempre era la misma. Este personaje es experto en ingeniería social (término con el que se conocen a las diferentes técnicas de manipulación que usan los ciberdelincuentes para obtener información confidencial de los usuarios) y para conseguir su fin primero trata de dañar la reputación de empresas o entidades y posteriormente se ofrece, mediante el engaño, a dar soluciones al problema. Como así hizo en Riosa.
Con la FSA intentó seguir los pasos que con el PSOE riosano. Primero trató de crear el ambiente para desestabilizar al partido presentándose como el portavoz de un supuesto sector crítico que impulsaba un relevo en el partido. No lo consiguió, per sí logró generar un clima de convulsión interna aquellos días importante. Hasta el punto de que la práctica totalidad de agrupaciones socialistas de la región emitieron comunicados de adhesión a la ejecutiva que lidera Adrián Barbón y que obligó, incluso, a la dirección federal del PSOE a emitir un comunicado en los mismos términos y desmarcándose del supuesto sector crítico.
El objetivo final que perseguía este delicuente era el de tratar de obtener beneficio económico de la FSA. No lo consiguió. Consciente de que en España ya le estaban buscando por incumplir el tercer grado y que se intensificaría su búsqueda por el intento de estafa al PSOE, este ciberdelicuente huyó de España. Los responsables de la investigación habían emitido, ante las sospechas de que hubiera salido del país, una orden de búsqueda internacional, que, según ha podido confirmar EL COMERCIO, ha dado sus frutos: 'Chencho', el autor de los bulos contra la FSA y quien estafó al PSOE de Riosa ha sido cazado en Italia. Fue hace un par de meses, ya ha sido extraditado y ya se encuentra en prisión, de nuevo, en León.
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