Cinco horas de odisea en un tren estando a 15 minutos de Madrid

Las distancias son relativas igual que la temperatura que marca el mercurio de los termómetros. Porque 15 grados pueden ser indicador de frío o calor según a quién y cuándo se le pregunte de la misma manera que estar a 15 minutos de destino puede ser sinónimo de llegada inmitente o de odisea futura. En ese tiempo, que podría parecer nimio tras más de tres horas de viaje, iban a llegar a Madrid los asturianos que habían cogido el tren en Gijón a las 8.53 de la mañana y en Oviedo una media hora más tarde. Pero les pilló el apagón que el lunes asoló España y lo que parecía tan cerca acabó quedando muy lejos.

«De repente se apagó todo y el tren se quedó parado, algo que por sí solo no sorprende», cuenta el empresario hostelero Juanjo Cima, que viajaba a Madrid con tres amigos, Denis Díaz, Julio Fernández y Jon Ander Pérez, para asistir a la grabación de 'La Revuelta'. No sorprende porque el tren a veces se para a la espera de que pase primero otro convoy o, simplemente, por complicaciones concretas. «La cosa cambió cuando a los 15 minutos pasó un revisor informando de que se había ido la luz en toda España», explica uno de los viajeros de un tren que iba prácticamente lleno.

«No hubo caos ni pánico ni grandes problemas durante todo el tiempo que estuvimos parados en las vías», cuenta Cima, que en Gijón está al frente de La taberna asturiana y en Oviedo de Las tablas del Campillín. «Compramos agua para darle a la gente mayor y chocolate y, la verdad, que fue muy tranquilo. Incluso pronto empezamos todos a hacer bromas y contar chistes», asegura. ¿El motivo? Que él llevaba tres cachopos en la maleta para darle a David Broncano, «así que decíamos que fame no íbamos a pasar», bromea.

En total estuvieron cinco horas parados, por lo que llegaron a la estación madrileña de Chamartín hacia las seis de la tarde. Para conseguirlo, «acercaron un tren de gasoil y nos pusieron una pasarela metálica como en los aviones para pasar de uno a otro», cuenta Cima, al tiempo que recordaba otra «odisea» que vivió en un tren que cogió en 2018. «En aquella ocasión iba a Madrid para ver a Metallica, pero estuvimos parados 12 horas en Asturias a causa de la nieve».

La estación de Chamartín estaba a media tarde de ayer, claro, «hasta arriba de gente que había perdido su tren y que quería saber qué pasaba en los que sí habían salido, pero se habían quedado parados». Madrid era «un caos», pero a Juanjo Cima le sorprendió ver que se trataba «de un caos organizado», pues no vieron discusiones al volante ni choques. «Se circulaba con precaución, comprensión y paciencia», destaca. Y la verdad es que este grupo de asturiano se recorrió bien la ciudad, pues tuvieron que llegar al centro de la ciudad, a Sol, concretamente, caminando.

No hubo grabación de 'La Revuelta' porque se canceló, pero a Juanjo Cima se le han quedado dos imágenes grabadas en la retina de este viaje a Madrid, donde continúa hoy. «Una fue ver grupos de 50 ó 60 personas en torno a radios que funcionaban a pilas para enterarse de lo que estaba pasando y otra ver a gente pegada a los escaparates de tiendas grandes para pillar wifi en sus móviles; eso es algo que yo había visto en Cuba».

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