Cogersa expandirá su complejo medioambiental de Serín e invertirá 68 millones en cuatro años
Cogersa lanza el proyecto para ocupar otros 109.000 metros cuadros. Parte de las plantas que levantará están pendientes del aval que le dará el plan de residuos en tramitación
La UE impone un calendario con obligaciones crecientes en materia de reciclaje y eso está convirtiendo al Consorcio de gestión de residuos de Asturias (Cogersa ... ) en un instrumento cada vez más poderoso. Según sus memorias anuales, en 2015 el ente se limitó a invertir 3,6 millones, en 2020 ampliaba esos desembolsos a casi el doble, 6,3 millones, pero ahora se mueve en otra dimensión. Las cuentas para el curso recién iniciado aspiran a ejecutar 29,3 millones más.
Es otro paso en una escalera llamada a tener más peldaños. El plan de inversiones cuatrianual aprobado por los accionistas del consorcio (el Principado en un 20% y los ayuntamientos en el 80% restante) plantea ampliar instalaciones, crear otras nuevas, comprar terrenos y equipos, todo con un desembolso inicial de 68 millones de aquí a 2028.
La suma incluye los millones que este año se dedicarán a reparar y mejorar la 'plantona', la instalación llamada a cambiar todo el modelo de gestión de Cogersa. Esta nave se diseñó para recibir la basura que los asturianos dejan en el contenedor que no es para reciclar. De esa materia se extraería primero lo aún aprovechable. El resto sería triturado y mezclado con muebles y plásticos, luego desecado, y con ello se producirían 160.000 toneladas anuales de Combustible Sólido Recuperado (CSR). Es un puzzle al que le falta una pieza. ¿Qué hacer con ese material?
La pregunta sigue sin respuesta clara. Tudela Veguín prepara su cementera de Aboño para asumir hasta 100.000 de esas toneladas en la idea de cobrarle al consorcio unos diez millones al año a cambio de eliminar esos fardos en sus calderas. Es una solución costosa y parcial, pues no agotaría toda la producción.
La ecuación del CSR sigue sin resolverse. El incendio que sufrió la 'plantona' en abril pasado y que la inutilizó pospuso la urgencia de un debate social sobre el tema que socialistas e IU se comprometieron a abrir. La idea era iniciarlo en julio con una visita de políticos, vecinos y ecologistas al Complejo Medioambiental de Guipúzcoa, un centro con alta capacidad de recuperación de materiales y que entre otras tecnologías hace uso de la incineracíón. La excursión se aplazó a otoño pero la crisis desatada al destapar EL COMERCIO que el consorcio llevaba años sin seguro de incendios aconsejó esperar de nuevo tiempos de más sosiego. Hace nueve meses del incendio y en un tiempo similar se espera que la 'plantona' estará de nuevo operando, con lo que el margen de nuevo se vuelve a estrechar.
Este 2025 está llamado así a ser el año en el que se reactive la instalación más cara levantada por Cogersa, se resuelva el debate sobre el CSR, pero también en el que el consorcio inicie la expansión de su complejo industrial asociado a Serín (si bien tiene ya terrenos en la intersección de Corvera, Carreño, Gijón y Llanera). Los primeros trabajos para la ampliación ya están en marcha. En diciembre la entidad confío a un consultor la redacción del denominado 'Estudio inicial para el desarrollo y urbanización de las áreas T3.B, T3.C y T4 del Plan Especial Supramunicipal del área de tratamiento centralizado de residuos de Asturias'. En síntesis se trata de iniciar la tramitación urbanística para ocupar tres zonas alrededor del vertedero central de residuos no peligrosos y que totalizan 109.000 metros cuadrados.
Productora de biocarbón
La idea es levantar en esos espacios nuevas plantas. De momento el Plan de Inversiones boceta dos dentro del complejo. La más innovadora se consagrará al «tratamiento de lodos de depuradora mediante tecnología HTC (carbonización hidrotermal)», según explica la entidad. Supone una inversión de 7,1 millones para desarrollar a nivel industrial un sistema con el que se viene experimentando desde 2019 y cuya necesidad surge ahora por el avance de otras actuaciones.
Desde 2010 el consorcio produce compost a base de lodos de depuradora; lo hacía primero tratando el material en diversas explanadas hasta que en 2019 estrenó una nave específica, capaz de tratar 49.000 toneladas al año, tras una inversión de 4,6 millones. «Los lodos de depuradora cuentan con materia orgánica en su composición», explican desde el consorcio. Gracias a ese cualidad «se someten a un sencillo proceso de compostaje, adicionando material estructurante y produciéndose una descomposición de la materia orgánica, dando lugar a un compost que se aplica como fertilizante en el terreno», detallan.
Este sistema empezó a perder utilidad con el Plan Director de Saneamiento aprobado en septiembre de 2022. Ese programa insta a ampliar los equipos de la estación depuradora de Villapérez –la más grande de Asturias y que trata las aguas residuales de unos 723.000 habitantes– en la idea de hacerla más autónoma y «circular». La idea es levantar en la depuradora una planta de digestión anaeróbica que producirá biogás y generará electricidad con los lodos. Villapérez produce ahora unos 24.400 toneladas anuales de fangos y gracias a las nuevas instalaciones enviaría 11.000 toneladas menos de lodos a Cogersa, lo que supone unos 450 recorridos menos de camión al año.
Los fangos que llegarán al consorcio lo harán con menos materia orgánica. «Ya no sería posible el compostaje, por lo que es necesario buscar un tratamiento alternativo», justifican desde Cogersa. El elegido es la carbonización hidrotermal (HTC por sus siglas en inglés), «un proceso termoquímico que permitiría general un biocarbón 100% renovable».
«En el proceso –que transcurre en medio acuoso, bajo presión y a temperatura– la materia orgánica sufre un proceso de carbogénesis acelerado y en pocas horas se transforma en biocarbón sólido y agua», describen. «Se puede aplicar a una gran variedad de materia orgánica, como restos de jardinería, poda y limpieza de bosques, residuos orgánicos industriales, residuos de agroindustria, fracción orgánica de residuos sólidos urbanos, lodos de depuradora, etcétera», agregan.
Además de esta planta, la expansión en la que se avanza incluye una nave en la que se procederá a la recepción y triaje de los residuos peligrosos y especiales de origen doméstico. La instalación exige tres millones y la idea es terminarla este mismo año.
Se da la circunstancia de que si la nueva planta de tratamiento de lodos ni la de triaje estaban previstas en el Plan autonómico de residuos 2017-2024. Este programa acaba de ver expirado su periodo inicial pero sigue en vigor en tanto se tramita el que habrá de relevarle. En su día los intentos de Cogersa de levantar una incineradora fracasaron en los tribunales por no figurar la instalación en el plan de residuos de entonces.
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