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Cumbre de expresidentes en Colombres
El presidente de la Fundación Libertad y Desarrollo ingresa en la Asociación de Amigos del Archivo de Indianos en un acto presidido por Adrián Barbón, que aboga por explorar «el nuevo camino para tejer alianzas y trabajar» juntos los pueblos integrantes de la Hispanidad
Un acto brillante y con la presencia de siete expresidentes de Gobiernos nacionales hispanoamericanos en el Archivo de Indianos de Colombres ha sido el colofón ... de la presencia en Asturias, esta semana, de la Fundación Libertad y Desarrollo, que preside el empresario y comunicador guatemalteco de origen asturiano Dionisio Gutiérrez. El acto de esta tarde en Colombres suponía la confirmación de la entrada de Dionisio Gutiérrez como patrono de la Asociación Amigos del Archivo Indiano, simbolizada en el izado de la bandera de Guatemala entre las del resto de naciones que están representadas en el Patronato del museo, una suerte de comunidad iberoamericana que hoy ha estado más presente que nunca, acompañada, además, de un espléndido día primaveral y con la presencia y la presidencia del jefe del Ejecutivo autonómico asturiano, Adrián Barbón.
Los prolegómenos del acto fueron largos y entretenidos, en los jardines del hermoso museo que preside el centro de Colombres, una casa indiana que merece una revisita habitual por parte de todos los asturianos, como ejemplo de nexo entre Asturias y América. Y fue, precisamente, ese nexo el que estuvo presente en los discursos de Barbón, de Gutiérrez, y también del director del Museo, Santiago González, y del presidente de ILAS, Francisco Rodríguez.
González hizo referencia a las banderas como «broche social que une las orillas del Atlántico» y puso en valor el «amor especial de Dionisio Gutiérrez a España y a Asturias», como nieto de emigrantes asturianos que pertenecieron «a una generación con el corazón dividido entre la patria que se deja y nunca se olvida y la patria que les acoge y en la que nacerán sus hijos». Preparó así el camino a una intervención muy preparada de Dionisio Gutiérrez, que él mismo tituló «un viaje al otro lado del alma». Habló de idas y retornos, de ilusiones y de una filosofía de vida, la de los emigrantes, que es a la par «un acto de fe y de coraje» y un «ejemplo que tiene que ser nuestro compromiso».
Recordó Gutiérrez a su abuelo, que marchó de Campiellos, en Sobrescobio, hace un siglo con apenas 14 años, con «lágrimas y con ambición, por necesidad y también por ansia de libertad», uno más de tantos «emigrantes que han sido constructores del alma sudamericana». Pero, pese a encontrarse en un museo que mira a la memoria, Gutiérrez habló también, y muy principalmente, de futuro. Abogó, así, por volver a «cruzar el Atlántico con proyectos compartidos» y, aplaudido por todos, apostó por «un futuro digno de ser compartido en libertad» entre las dos orillas del océano.
Recogió su guante el presidente de ILAS-Reny Picot, Francisco Rodríguez, quien elogió de Gutiérrez, más allá de su faceta empresarial, que se trata de una persona que en su país «se propoen crear espíritus libres y mejorar las condiciones de vida». Y dio paso así a la intervención del presidente del Principado, como cierre del acto.
Tejer alianzas y trabajar unidos
Barbón inició su intervención con «una pequeña broma». En la escalera del museo Archivo Indiano hay un cartel que recuerda antiguos tiempos en los que en los centros asturianos había letreros similars en los que se instaba a no hablar de política. Y subrayó que en el acto que se celebró el jueves en el Teatro Campoamor, y en el que hablaron los siete expresidentes iberoamericanos José María Aznar (España), Andrés Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla (Costa Rica), Felipe Calderón (México), Jorge 'Tuto' Quiroga (Bolivia), Mauricio Macri (Argentina) y Luis Lacalle (Uruguay), todos presentes en Colombres, «igual lo agotaron todo», en cuanto a hablar de política.
No hubo en el discurso de Barbón ninguna otra alusión a las divergencias políticas. Sí, en cambio, una apuesta por avanzar en un «nuevo camino para tejer alianzas y trabajar juntos» los miembros de la comunidad hispanoamericana y por hacer honores a los «más de 350.000 asturianos que entre la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX emigraron a América», así como a aquellos que se fueron durante «la larga noche de la dictadura, sin libertades ni democracia».
Quiso, de paso, poner en valor Barbón que «la Oficina del Retorno que ha creado este Gobierno acaba de cumplir un año», y que gracias a ella «ahora somos un puerto de acogida, de lo que estamos orgullosos». El acto concluyó con el izado de la bandera guatemalteca en los jardines del museo, y una distendida comida en el pabellón anexo.
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