El convenio obliga a que en la caja no haya más de 200 euros en efectivo

Los asaltos perpetrados en los últimos meses tienen el denominador común de que el botín nunca fue de grandes cantidades si se compara con la actividad habitual de las estaciones de servicio. Su explicación se debe a que por convenio y como medida de seguridad, los trabajadores están obligados a que nunca se supere la cantidad de doscientos euros en efectivo en las cajas registradores. Una norma que en ocasiones puntuales no se ha cumplido por acumulación de clientes en las instalaciones.

Esta regla, según Fernando Villa, podría suponer que si la cantidad robada es superior a la cifra estipulada por convenio, los trabajadores deberán asumir la diferencia. Por ello, según el presidente de la patronal, los empresarios ya han comunicado en varias ocasiones la necesidad de que la cantidad estipulada aumente «para beneficiar la seguridad física y financiera de los empleados». Este punto también genera discrepancia con los sindicatos puesto que no consideran necesaria la reforma del convenio, pero animan a los empresarios a que «si quieren una nueva norma, sigan los cauces administrativos para intentar modificarla».