Coronavirus en Asturias | Salud confirma el inicio de una segunda ola «menos letal y que afecta a jóvenes»

Desde que el 29 de febrero se confirmó el primer caso de covid en Asturias hasta el pasado 18 agosto -periodo que analiza el último informe del Observatorio de la Salud- la evolución de la enfermedad ha trazado una gráfica en forma de montañas y un valle intermedio. Esa zona de valle son las cuatro semanas entre el 11 de junio y el 6 de julio- en las que no hubo ni un solo contagio en la región y que separa a las claras la primera ola de la pandemia de una segunda, la actual, que según Salud Pública aún está en una fase «incipiente» y, por ahora, no guarda paralelismos con la anterior. De hecho, «se caracterizan por tener un comportamiento distinto» que se atribuye «más a las costumbres, actividades y usos sociales que a un cambio biológico del virus o de población susceptible» de contagio.

A la luz de los datos estadísticos recogidos se concluye que esta segunda ola está siendo más benévola con los contagiados, pero que se está cebando con la población más joven -la edad media de los contagiados es 24 años inferior a la de la primera ola, al pasar de 62 a 38-, incluso en edad pediátrica. Entre los menores de 14 años, los casos pasaron de doce a 42. Representan hasta el 7% del total de casos actuales, lo que supone unas cifras 14 veces superiores a las de la primera ola.

El cambio de patrón en la enfermedad se observa también en términos de letalidad. Se pasó de un 14% a un 9,2%. Esto es, la tasa actual es 70 veces inferior a la de los primeros meses de pandemia.

En cuestiones de género, si en la primera ola había un predominio de contagios entre las mujeres, ahora los hombres están acortando distancias y el reparto de casos es casi equitativo: 49% hombres, 51% mujeres. ¿La explicación? Desde julio, los contagios están más vinculados al ocio y el tiempo libre que a las actividades de cuidados.

Hay más diferencias. Por ejemplo, en la cantidad de personas que requieren ser ingresadas en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). En la primera ola fueron 129 personas. Sin embargo, a 23 de agosto y en la segunda ola solo había sido necesario activar la UCI en una persona (0,2% de los casos cuando en la primera ola fue del 5,3%). En esa fecha había otra persona en la UCI, pero había sido ingresada durante la primera ola. El riesgo por tanto de uso del recurso UCI en esta segunda fase de la pandemia es 225 veces inferior.

Para mantener un control lo más estricto posible sobre el avance de la pandemia en esta segunda ola, el Principado contará con el refuerzo de 80 militares, que se sumarán al equipo de rastreadores que trabaja la región. Su coordinadora, María Jesús Villanueva, mantuvo ayer una reunión con varios mandos del Ejército para hablar de su integración y los protocolos de actuación del sistema de vigilancia. Lo que no se concretó fue la fecha de incorporación de estos efectivos.