Nace Corvera Sueña para «amparar a los hijos de víctimas» de violencia machista
La Fundación, ubicada en Las Vegas, abre con el propósito de proteger a las víctimas más vulnerables y repensar y crear nuevos protocolos
Más de un millar de víctimas contabilizadas en Asturias, y otras tantas desconocidas, y cuarenta mujeres asesinadas en lo que va de año ... en España son las alarmantes cifras que deja la violencia de género, una lacra que afecta tanto a las mujeres como a sus hijos e hijas, quienes representan la cara más vulnerable de la violencia y de los que muchas veces las instituciones se olvidan. Con el fin de ofrecer protección y asesoramiento a estos menores nace en Las Vegas 'Corvera Sueña', una fundación creada por Consuelo y Emma Julia Pérez-Robledo y Clara González Fernández, tres abogadas especializadas en violencia de género y expertas en mediación y negociaciones complejas.
«Detectamos que igual que hay protección para las madres, vemos que los niños están absolutamente desamparados. Al principio ni se les nombraba, no sabías si la víctima tenía hijos o no. Ahora se les pone nombre pero no hay una medida de protección», explica Consuelo Pérez-Robledo. Bajo esta premisa a principios de este año comenzaron los trámites para sacar adelante una entidad que el hoy, 25 de noviembre, abrirá sus puertas al público.
Esa falta de mecanismos para proteger a los menores deja a los hijos de las víctimas totalmente expuestos a situaciones de riesgo frente al maltratador, ya que en la mayoría de casos son utilizados para hacer daño a la mujer.
A pesar de que el mayor grado de daño se da con el asesinato del menor, «la violencia vicaria normalmente está presente siempre». Según los datos del Ministerio de Igualdad 2024 es el año con más menores asesinados por violencia machista, llegando en los primeros ocho meses del año hasta diez. Las cifras ratifican esa necesidad de llevar a cabo protocolos para proteger a los pequeños.
Esto es precisamente lo que Corvera Sueña busca. Por un lado la fundación asesorará y orientará a la madre víctima de violencia de género, sobre las medidas y recursos existentes en cada momento para proteger a sus hijos menores, siendo la denuncia uno de los principales ya que según explica Consuelo Pérez-Robledo supone «el primer paso». Pese a ello, aún hoy día muchas «se enfrentan a lo que es la poca sensibilización de los juzgados, colegios, médicos, sociedad… no son bien vistas. Cuando se pone una denuncia se tiende a pensar que se está aprovechando o cómo se ha dejado hacer. Si nosotros no cambiamos esa mentalidad las víctimas se sienten muy desamparadas».
Así mismo, la entidad trabajará en el reconocimiento de los menores como víctimas directas tratando de sensibilizar sobre la necesidad de lograr su amparo mediante políticas específicas. Entre ellas se pondrá énfasis a la regulación del acompañamiento y la tutela en sede judicial y en el derecho de los menores a ser oídos, así como en la necesidad de un replantear los derechos de custodia y régimen de visitas del agresor. «Consideramos, con una denuncia fundada, que un maltratador no es un buen padre. Alguien que es malo no es malo según la persona, y hay que tener la valentía de reconocerlo», explican.
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