«Fue una fatalidad», afirman los vecinos de Turón sobre el accidente con dos fallecidos
«El arroyo no está bien cerrado, pero confluyeron otras circunstancias, como la falta de luz», apunta la asociación del valle
Pasaban las doce y cuarto de la madrugada del domingo al lunes cuando la pareja -Juan Manuel Méndez Morán, de 58 años, y Madriza Genoveba Tituaña Rivera, de 52- salían del local hostelero de La Rebaldana, en pleno corazón del Valle del Turón, en Mieres. Iniciaron el trayecto hacia su casa, a apenas 400 de distancia, en el Repedroso. Pero nunca llegaron; «la fatalidad se cruzó en su camino», coincidían en señalar ayer los vecinos. Tras salir del establecimiento hay que moverse hacia la derecha; a los pocos metros acaba la acera y hay que transitar sobre la calzada de la carretera regional AS-337. Y se llega a un pequeño puente sobre un arroyo. Hay una barandilla metálica que protege el paso, pero solo en el lado de la carretera; en los márgenes, un pequeño murete de entre diez y veinte centímetros de altura. Fue aquí desde donde la pareja se precipitó hasta el fondo del reguero, unos cuatro metros de altura.
La pareja residía desde hace relativamente poco en la zona, unos dos años. Un vecino bajaba por la cuesta de Repedroso y se asomaba junto a la barandilla; «fue una caída gorda», decía señalando a la gran piedra saliente que hay en el fondo. «Aquí nunca pasó nada, pero tampoco estaría de más que hubiese en los márgenes alguna protección», añadía. Era un parecer similar al que se expresaba desde la asociación vecinal Mejoras del Valle; «el paso no se encuentra bien cerrado, eso unido a la falta de luz, pudo desembocar el suceso».
Los comentarios en el valle se dirigían todo en esa misma dirección. El vicealcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez, aseguraba que no se trata de un punto especialmente peligroso en la zona. «Fue por un cúmulo de circunstancias, una fatalidad», repetía usando la misma terminología.
Otras circunstancias
Los dos cuerpos fueron encontrados por un joven de 17 poco después de las tres de la tarde del lunes. La zona tiene muy poca visibilidad por la vegetación. los vecinos apuntaban a que ambos se pasaron la tarde en la local de La Rebaldana y que consumieron alcohol. Al cierre del establecimiento, se les ofreció la posibilidad de llamar a un taxi para que les trasladara a su domicilio. Rechazaron la propuesta. En el inicio de su trayecto, cayeron alguna vez.
Los cuerpos fueron recuperados por agentes de la Guardia Civil -que descarta otros motivos para el fallecimiento salvo el accidental- y los bomberos. La familia de ella, de origen sudamericano, se acercó hasta el lugar del suceso y mostraba su consternación y dolor por la repentina pérdida.
