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Varios viajeros suben al tren en Cabañaquinta. J. M. PARDO
Los usuarios de la línea de Feve Baíña-Collanzo confían en las nuevas unidades

Los usuarios de la línea de Feve Baíña-Collanzo confían en las nuevas unidades

Pese a que reclaman una flota más moderna, esperan que los trenes 2600 devuelvan la normalidad al recorrido

M. VARELA

CABAÑAQUINTA.

Lunes, 12 de agosto 2019, 01:03

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«¿Vamos en tren o en autobús?», preguntaba ayer con gracia una de las usuarias de la línea de Feve entre las localidades de Baíña y Collanzo. Ya en la estación de Cabañaquinta se veía el tren dirección a Mieres. Dos días sin registrarse ningún problema es una buena noticia para los usuarios, que están acostumbrados a hacer el trayecto entre las estaciones de Moreda y Collanzo por carretera, en autobús. Fue precisamente lo que ocurrió el pasado viernes cuando por la mañana un nuevo fallo volvió a la recién llegada 2600. Una unidad que sustituía a una de las dos conocidas como 'tamagochi', las 2900, pero que solo fue capaz de circular unas horas antes de registrar su primera avería. De nuevo quedó suspendido el servicio ferroviario y la compañía Feve volvió a recurrir al transporte por autobús.

Los usuarios se mostraban ayer satisfechos por lo que consideran una tregua en su amplio y variado historial de averías, que les lleva en ocasiones a utilizar con más asiduidad el bus entre Collanzo y Moreda que el propio ferrocarril.

Los viajeros llevan muchos meses reclamando una flota de trenes más moderna para un recorrido imprescindible para comunicar el valle del Aller con el del Caudal. Se sienten impotentes e ignorados, a lo que se une una falta de comunicación cuando se producen las averías por parte de la empresa. Así, explican, que «vienes para la estación pero nunca sabes si vas a ir en tren o en autobús».

Ahora solo esperan que con la llegada de los trenes 2600 «podamos viajar en tren al menos una semana de seguido». La de ayer fue una jornada tranquila donde los trenes circularon con normalidad. «A ver lo que nos dura», aventuraba una usuaria al arrancar el tren en Cabañaquinta.

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