Diego Canga dimite minutos después de que el PP convocara el congreso del partido
Vuelve a Bruselas y deja la política. La formación renovará su dirección el 18 y el 19 de noviembre, con Queipo con todo a favor para ser presidente
El PP de Asturias entró ayer en ebullición. A las 13.31 horas comunicó que el secretario general, Álvaro Queipo, apretaba el botón y ponía ... en marcha el congreso autonómico que renovará la dirección del partido. Veintiséis minutos después, el portavoz parlamentario y cabeza de cartel en las pasadas autonómicas, Diego Canga, convocaba una comparecencia para anunciar que renunciaba a su acta de diputado y regresaba a Bruselas. El motivo «es estrictamente personal», aseguró. «Los planes eran que mi mujer pudiera venirse conmigo a Asturias después de las elecciones. Sin embargo, un reciente hecho, completamente inesperado, me obliga a regresar con mi familia», dijo. No admitió preguntas porque debía salir «corriendo al aeropuerto».
Ponía fin así a una carrera política iniciada 319 días atrás, cuando el equipo de Alberto Núñez Feijóo deshizo la margarita y apostó por este director general de la Comisión Europea como su candidato para el Principado. Tardaría dos semanas en aterrizar en Asturias, en visita de fin de semana, mientras terminaba de organizar su excedencia como funcionario. El mensaje era claro. Génova prefería un emigrante, ajeno a la vida del partido y al día a día de la región, para disputarle los comicios al presidente, Adrián Barbón. El líder socialista leyó la situación y utilizó como una de sus bazas electorales poner en duda que Canga se quedase en Asturias en caso de perder las elecciones.
Cumpliendo las instrucciones de la dirección nacional, Queipo se afanó en poner el partido al servicio del candidato. Canga debutó ampliando la Junta Directiva, para incorporar pesos pesados de corrientes enfrentadas. La idea era pacificar la organización dando puestos y cometidos a todos en busca del éxito electoral.
Pronto el aspirante empezó a incurrir en repetidas pullas a los «políticos profesionales» del propio PP y a hacer constantes referencias a sí mismo como ejemplo de éxito, un estilo que le fue distanciando de los cuadros de la organización y reduciendo sus apoyos internos. Pese a ello, en el tramo final de la carrera electoral deslizó su disposición a afiliarse y asumir la presidencia del partido en Asturias.
El resultado de las autonómicas truncó sus propósitos. Las esperanzas en el voto exterior no se materializaron y el centro derecha se quedó a un escaño de la mayoría en la Junta General. Canga responsabilizó a Foro del resultado, sosteniendo que de haber concurrido juntos habrían alcanzado los votos necesarios. En el partido hubo quien replicó que si Foro no se avino a coaligarse fue por la escasa diplomacia que empleó el candidato en una reunión con la presidenta de Foro, Carmen Moriyón, y que terminó mal.
El adelanto de las generales obligó al partido a ponerse de nuevo en modo electoral y aparcar el debate orgánico. Con todo, fueron semanas en las que se hizo notorio que Canga seguía presentándose como líder natural del partido, abierto a afiliarse, mientras crecían los sectores que se distanciaban de él y apostaban por Queipo.
Las fuentes consultadas aseguran que en las últimas semanas Canga acabó pidiendo apoyo al secretario general ante el proceso que se avecina. En su carta de despedida dirigida a Queipo indica que el «el PP asturiano queda en buenas manos contigo al frente» y le agradece la «excelente cooperación que hemos tenido». «Lo único que sugiero es que sigas fomentando el trabajo en equipo, que es imprescindible para tener éxito y que continúe la renovación profunda que hemos iniciado», insta.
El proceso durará cinco semanas. El lunes hay Junta de Portavoces en el parlamento. Los adjuntos, Beatriz Polledo y Queipo, suelen representar en ella al PP, pero el grupo parlamentario deberá tener una votación interna para elegir nuevo portavoz. Lo hará tras recibir una propuesta de la actual ejecutiva. El acta que deja Canga lo recogerá el siguiente en la lista por la circunscripción central, Pedro de Rueda.
El miércoles la Junta Directiva Autonómica aprobará la convocatoria del congreso, que será extraordinario, lo que según los estatutos supone que se celebrará «en el plazo mínimo de un mes». Se sopesan los días 18 o 19 de noviembre.
Una vez aprobada la convocatoria, el partido quedará en manos de una comisión organizadora elegida por la Junta Directiva. Los aspirantes a ser presidentes tienen para formalizar su candidatura entre los siete y los quince días siguientes. Han de llevar al menos un año afiliados (condición que Canga no cumplía) y tener el aval de al menos 90 militantes.
El último congreso fue en marzo de 2017, resultando elegida presidenta Mercedes Fernández, con el 95,9% de los votos. «La gran noticia es la convocatoria de nuestro congreso regional, todo un reto para el PP asturiano», estimaba ayer. «Sabremos estar a la altura de la militancia y de los asturianos. Saldremos reforzados con un gran equipo al frente que conducirá a la victoria electoral desde la humildad y la cohesión interna», confió.
Estatutariamente los congresos deben celebrarse cada cuatro años, salvo que Génova disponga que conviene otra cosa. El partido tiene pendientes los cónclaves en País Vasco, Cataluña, La Rioja y Asturias. En los últimos días los cuadros de la región estaban pendientes de que sus colegas vascos fijaran fecha para su cita, que será finalmente el 4 de noviembre, dado que la dirección nacional había trasladado que a renglón seguido iría Asturias.
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