Lydia Espina ha anunciado este lunes su dimisión como consejera de Educación por carta. Mario Rojas

Dimite la consejera de Educación de Asturias: «Mi desgaste emocional y personal ha llegado a su límite»

Tras la masiva manifestación de ayer, Lydia Espina no se reunirá esta tarde con los sindicatos en plena huelga educativa | Gimena Llamedo y Guillermo Peláez asumen las competencias en Educación

Lunes, 2 de junio 2025 | Actualizado 03/06/2025 08:07h.

La consejera de Educación del Principado de Asturias, Lydia Espina, ha presentado su dimisión este lunes tras la masiva manifestación por la enseñanza pública de este domingo. Lydia Espina no se reunirá esta tarde con los sindicatos en plena huelga educativa. Quienes asumen ahora las competencias en Educación en el Gobierno regional serán Gimena Llamedo y Guillermo Peláez.

Espina ha enviado una carta este lunes al presidente del Principado, Adrián Barbón, trasladando su decisión «irrevocable». «Cuando asumí la responsabilidad de estar al frente de la Consejería de Educación, lo hice convencida de la necesidad de trabajar sin descanso comprometida con el objetivo de lograr un sistema educativo asturiano mejor, más inclusivo, con más calidad, equitativo y para todo el alumnado. Como docente siempre he sido muy consciente de las enormes expectativas y de la confianza que la sociedad asturiana tiene depositada en la educación pública. Hoy vuelvo a tenerlo presente al tomar esta decisión», manifiesta en el texto.

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«Los acontecimientos que se han venido desarrollando en las últimas semanas han supuesto para mí un enorme desgaste emocional y personal que ha llegado a su límite», continúa. «Siento que el ruido y los ataques han traspasado los límites de lo racional y lo político, llegando a lo personal. Y se han impuesto a cualquier posibilidad de diálogo desde el respeto que todos y todas merecemos. Esto es algo que resulta imprescindible para avanzar en pro de ese objetivo común que es mejorar la educación pública», explica Espina.

Por todo ello, la hasta ahora consejera explica que no considera que pueda «ser parte de una solución terminará por alcanzarse». En la misiva expresa su preocupación porque este «conflicto acabe deteriorando la confianza y la percepción de la sociedad asturiana sobre la educación pública». «Es importante que recordemos que es un sistema que está en la actualidad a la cabeza de todas las evaluaciones nacionales e internacionales, no sólo en éxito académico sino también por su equidad», agrega Espina.

«Sin duda he cometido errores, como los comete cualquier ser humano. Pero también sé que nunca he tomado una decisión para agraviar ni despreciar a nadie. Todas y cada una han tenido como objetivo reforzar un sistema educativo que potenciara las capacidades de todo el alumnado, atendiendo también a su bienestar emocional, acompañando a las familias y a los docentes y respondiendo a las necesidades de la sociedad asturiana. Espero que cuando cese el ruido, se pueda reconocer todo el trabajo que hemos desarrollado», prosigue.

En su carta de renuncia, Lydia Espina ha querido agradecer a sus colaboradores más cercanos. «Me gustaría tener unas palabras para mi equipo, para las personas que en estos años me han acompañado en esta emocionante experiencia, con las que he trabajado codo a codo y compartido ideales. Su apoyo ha sido inestimable. Sin ellas no hubiera podido asumir esta gestión. Del mismo modo, que no lo hubiera podido hacer sin la complicidad, la paciencia y el respaldo de mi familia».

Finaliza el texto agradeciéndole al propio Barbón «la confianza depositada» todos estos años. «Estoy segura, conociéndote como he llegado a hacerlo en estos años, que entenderás estas razones que te estoy intentado trasladar hablándote desde el corazón y la convicción», zanja.

Barbón, en un tuit: «No olvidemos que los políticos también son personas»

La dimisión de Lydia Espina pilló al presidente autonómico, Adrián Barbón, en un viaje privado fuera de Asturias «programado desde hace tiempo» que el Gobierno regional había hecho constar en el Boletín Oficial del Principado del pasado viernes, en plena crisis educativa, al delegar sus funciones durante dos días –el pasado domingo y este lunes– en la vicepresidenta, Gimena Llamedo.

El lunes, a través de un tuit, el presidente del Principado hacía pública la carta de dimisión de la consejera y agradecía «de corazón, su trabajo, compromiso y generosidad, al igual que su honestidad y dedicación». En su mensaje, el presidente señala que Espina considera que «dando un paso atrás facilita la búsqueda de soluciones» y que actúa pensando en el «interés general», lo que, valora Barbón, demuestra su sentido de la responsabilidad. «Ahora necesita parar y recuperarse. No olvidemos que los políticos también somos personas», dijo en relación con los ataques personales que ha denunciado la ya exconsejera, ahora de baja médica.

Fue su única valoración tras la multitudinaria manifestación del domingo y la dimisión de la consejera. Hoy recupera su agenda pública asistiendo a la reunión del jurado del Premio Princesa de Asturias de la Concordia.

Precisamente su ausencia en plena ola de movilizaciones generó fuertes críticas tanto por parte de los sindicatos como de la oposición que este lunes, tras hacerse pública la decisión de Lydia Espina, le instaban a ponerse personalmente al frente de la negociación con los sindicatos. No fue así. Lo hicieron Gimena Llamedo y el portavoz del Gobierno, Guillermo Peláez, que tras dos horas de reunión con los sindicatos siguen sin alcanzar un acuerdo.

Peláez, eso sí, quiso defender el derecho del presidente a disponer de «dos días» para un viaje privado e instó a revisar su agenda para comprobar su alta carga de trabajo. «No ha descansado ni un día en todo el mes de mayo», anotó. «Pero el presidente ha estado siempre colgado del teléfono y ha estado al día de toda la situación», aseguró.