Ver 30 fotos
La Feria de Muestras de Asturias llega a su ecuador con bailes y un escanciado 'deluxe'
El recinto ferial vivió una concurrida y activa jornada con un pasacalles del grupo folclórico 'Aires de Asturias' y una demostración con escanciadores profesionales de Sidrerías de Asturias
Llegó la 68 Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma) a su ecuador –van ocho jornadas abierta al público, quedan ocho– con un típico 'día de Feria' de cielos cubiertos que se tradujo en una alta afluencia de visitantes, especialmente por la tarde. Y pese a una agenda institucional más relajada que la de las jornadas previas, en sus calles y pabellones no faltó animación. En el del Principado corrió un día más la sidra, y en esta ocasión con escanciadores de lujo. Tanto, que uno de ellos estaba apostado justo frente a su propia imagen de la gigantesca fotografía del concurso de escanciadores del Festival de la Sidra de Nava que ocupa una de las paredes de la planta baja, un certamen en el que hace apenas un mes volvió a proclamarse campeón por segundo año consecutivo. Se trataba de Jorge Vargas, de la sidrería gijonesa La Montera Picona, quien junto a Darlin Casilla (sidrerías Alterna de Oviedo) y Melisa Arias (Tierra Astur) estuvo sirviendo durante toda la mañana a quien se acercara al chigre del pabellón los culinos más perfectos que se pueden tomar en Asturias.
La actividad estaba organizada por la marca de calidad Sidrerías de Asturias, a la que están adscritos 26 establecimientos de toda la región, y tenía como objetivo poner en valor su papel en la protección de la cultura sidrera. «La gente necesita saber dónde puede ir sin problema a tomar un buen culete, con la sidra cuidada y escanciada por el libru, además de comer la mejora gastronomía asturiana», apuntaba Emilio Rubio, propietario de La Montera Picona. «Nosotros nos obligamos a escanciar en todas las zonas de la sidrería», añadía. También Pablo Aller coincidía en la importancia de «potenciar el escanciado» en un momento en el que la sidra ha ganado protagonismo con su declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Mientras en el pabellón regional no paraban de caer botellas, las calles del recinto ferial se animaban al ritmo de la gaita, el tambor, la pandereta y las castañuelas de una treintena de componentes de 'Aires de Asturias', grupo folclórico de Villaviciosa que además de visitar el estand del ayuntamiento maliayo se hizo oir y ver, con sus bailes, por distintas zonas de la Fidma. «Antiguamente veníamos casi todos los días», apuntaba Elena Alonso, directora de un grupo que data y ade 1980. Les acompañaba la concejala de Cultura de Villaviciosa, Reyes Ugalde, satisfecha por la buena acogida que ha tenido a lo largo de la primera mitad de la Fidma el estand con el que debutan en el certamen. A su paso por la zona trasera del recinto ferial, el ruido de las castañuelas se confundía con el choque de espadas de los duelos organizados por la Escuela Asturiana de Esgrima Antigua en el marco de una jornada de recreación histórica en la que, junto a la Asociación Histórico-Cultural Arhem, también mostraron uniformes y vestimentas de diversas épocas.