Los guardas del Medio Natural avisaron varias veces sobre la mina de Cerredo: «Hay algo que no cuadra»
Un superior del agente de la zona asume que el volumen de actas que le elevó «destacaba» pero «oficialmente» no se le pidió que redujera el celo
Seis mineros han muerto, otro perdió la pierna y cuatro resultaron heridos desde que en octubre de 2021 las empresas de Jesús Rodríguez Morán, ... 'Chus Mirantes', se hicieron con la mina de Cerredo (Degaña). La comisión de investigación de la Junta General que analiza el caso siguió entrevistando a agentes del Medio Natural, para aclarar qué vieron y cómo se tramitaron sus avisos.
El ejercicio volvió a aflorar contradicciones. El primer agente que habló tenía competencias en Cerredo, centradas en la fauna. «Si alguien está allí y no ve actividad minera es que está mirando al cielo, por supuesto que hay gente trabajando, eso se palpa», dijo. «Era público y notorio que se estaba recuperando material desde 2022, no digo explotando, eso no es mi competencia, pero me parece bien que se trabaje, a poco que sea». Aseguró no haber visto «nada raro» y generó controversia su explicación sobre qué instrucción regula su quehacer: «La GMN 1 decía cómo trabajar en la vigilancia y prevención de incendios si no está activado el Infopa; después vino la GMN 2 y GMN 3 y ahora no hay ninguna, están derogadas».
Dos de sus superiores lo refutaron. «No lo entiendo, la GMN 1 está totalmente vigente, hay una unidad en la red informática con todos los protocolos, yo mismo me la descargué esta mañana y está disponible a nivel de guarda mayor», señaló Rubén Rodríguez, jefe de sección. La citada instrucción «es de 2007 y regula cómo se deben tramitar las actas e inspecciones», amplió Íñigo Fernández, coordinador de los 250 agentes, quien asumió el fallo: «Tendremos que trabajar más el tema formativo y hacer obligatorios los cursos para que conozcan esas instrucciones».
Ambos retrataron un cuerpo, el de los Agentes del Medio Natural, en plena evolución y de adscripción variable. «Son los ojos de la administración en el territorio», cuentan con tres uniformes cada uno, 255 vehículos y 14 centros de trabajo. «Hace dos legislaturas dependíamos del jefe de servicio de Montes, luego se creó el cuerpo de Agentes Medioambientales, y ahora estamos en la Dirección General de Custodia del Territorio».
Hasta hace unos años las denuncias llegaban a la consejería en sobres, desde cada rincón de Asturias; solo desde 2022 se ha empezado a instruir en el manejo de una plataforma informática compartida (SITE). «Somos aún yogurines y se producen errores», asumió el coordinador.
En ese contexto hay que entender al guarda con competencias forestales en Cerredo. En 2022 mandó un aviso señalando que se estaba moviendo maquinaria pesada y útiles mineros en el piso sexto, más tarde notificó que había acopios de carbón sin drenaje adecuado, lo que provocaba vertidos al río y ponía en jaque una carretera y alertó en varias ocasiones de una zanja abierta en monte de utilidad pública.
Los superiores explicaron que las denuncias se elevan al guarda mayor, éste lo sube al coordinador que lo pasa a la plataforma informática y hace «un triaje» decidiendo qué jefatura de sección debe asumir esa materia; y de ahí pasaba al jefe de servicio y al equipo jurídico. Lo habitual es que el guarda no sepa en qué acaba su denuncia. La falta de experiencia en SITE provoca que en ocasiones se formalicen expedientes en blanco, o que firme un superior solo porque si no lo hace el expediente se bloquea.
El guarda mandó avisos que 'subieron' al coordinador. «En 2023 me llegaron como dos actas seguidas, no me coincidía y hablé con el jefe de sección de que hay una actividad que no me cuadra; se mandó a Industria e Industria contestó», indicó. En 2024 el agente vuelve a denunciar actividad sospechosa; «Industria nos pasó un informe por escrito aclarando la situación», confió. Nada le extrañó. «Hay 2,15 hectáreas de ese monte que el plan de ordenación define como explotación minera», justificó.
Su agente siguió avisando. «No voy a cortar a ningún guarda, él mandaba y yo tramitaba». El volumen de actas que giraba «destacaba sobre otras ocupaciones», indicó. Con todo, «oficialmente no» hubo comentario de sus propios jefes sobre que por qué se hacía tanto seguimiento.
Visto con perspectiva, el coordinador admitió que en un caso sobre ganado en sitio indebido no se aplicó el celo debido. «Me duele». También dijo que se prepara instrucción para unificar cómo hacer y tramitar cada denuncia. «No podemos ser un ejército en el que cada uno las mande de una manera». Eso sí, «hasta que no acabe esto creo que no conviene hacer nada».
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