Innovación asturiana para una de las bebidas más antiguas de la historia

La bebida alcohólica fermentada más antigua de la historia, y poco conocida en España, el hidromiel, es producida por tres compañeros de Ingeniería Química de la Universidad de Oviedo desde hace año y medio. El objetivo era claro: «Acercar el hidromiel al público nacional, alejándolo de los ámbitos medievales o nórdicos donde era y es más común», explica Sergio Seronero, socio fundador de Hidromiel Zángana, la empresa de estos tres jóvenes de 28 años a los que se unió un cuarto en 2020 a través del programa 'Se busca CEO' del IDEPA.

Esta bebida se ha vuelto más conocida gracias a los personajes de series como 'Vikingos', 'Juego de Tronos' e incluso 'Harry Potter', que la toman en muchos de sus capítulos. Pero lo cierto es que los griegos, los romanos, los celtas, los sajones, los normandos y los vikingos ya la degustaban. Lo utilizaban en ceremonias religiosas y consideraban que tenía componentes medicinales. «Incluso el emperador romano Julio César hizo del hidromiel su bebida predilecta», expone Seronero. Su composición es simple: agua y miel, una producción que ya tiene en Asturias su sello IGP.

La Indicación Geográfica Protegida supone que se le concede una protección transitoria que permitirá que la miel de Asturias goce de amparo a nivel nacional como producto de origen y calidad reconocidos, mientras finaliza el proceso de tramitación en el ámbito europeo.

Hidromiel Zángana fue creada en 2019 y se asienta en Villanueva, en Santo Adriano, donde comienza la Senda del Oso. «Queríamos acercarnos a la naturaleza, alejándonos de la industria. Asentarnos en este lugar nos permite utilizar el agua del manantial de las Xanas de Quirós», explica Seronero.

Su producto lleva también miel de origen 100% nacional y levaduras seleccionadas. La fermentación de la mezcla de estos ingredientes se realiza de forma artesanal. Posteriormente, termina de fermentar en botella con lo que consigue la cantidad exacta de carbonatación (gas) natural. No lleva conservantes ni gluten.

Desde Hidromiel Zángana explican el porqué de utilizar miel nacional y no solo asturiana: «Es porque necesitamos una cierta estandarización de esta sustancia (para que no cambie mucho el sabor, aroma y color de un lote a otro) y con la asturiana, al ser poca producción y muy variada, no podríamos». La cantidad de miel que utilizan para la producción es de entre 300 y 500 kilos al mes. «Esperamos que la aprobación de la IGP de la Miel de Asturias haga que más apicultores elijan nuestra tierra, así podremos utilizarla para nuestro producto». Aunque lo cierto es que ya han empezado a innovar en próximos proyectos en los que se utilizará solo miel 100% asturiana.

«Marida bien con frutos secos, aperitivos, quesos curados o de cabra, dulces... Las distintas variedades de Zángana combinan con casi todo. También puede servir como vino de postre, especialmente nuestra Hidromiel Zángana Especiada que al ser semidulce no contrastará demasiado, sino que acompañará a la perfección el final de cada comida», comenta Sergio.

Los de Villanueva cuentan con tres variedades: Zángana Primavera, con 5 grados de alcohol y con matices florales y refrescantes; Zángana Original, con 7 grados y más tradicional y, por último, Zángana Especiada (de tipo Metheglin), con 8,5 grados y con matices de hierbas y especias.

Puede encontrarse en canales de cervecería y restauración, a través de la venta 'online' en su web o en tiendas delicatesen y gourmet. De momento, solo se podrá adquirir en España, pero «queremos comenzar a dar pequeños pasos en Europa, ya que en Alemania y los Países Bálticos esta bebida es muy conocida», cuenta Sergio.