«El mandato de Villaverde ha sido el peor momento para la investigación»

–Al anunciar su candidatura puso de relieve que las elecciones se convocaron con poco tiempo para poder prepararlas. Aún así, ha dado el paso. ¿Quiénes están en su candidatura, dentro o como respaldo?

–Un grupo cada día más amplio de profesores que ya habíamos tomado la decisión hacía tiempo.

Nos sorprendió la convocatoria del rector, que ni había informado al Claustro de su decisión cuando se aprobaron los estatutos. Ha convocado las elecciones con tan poco tiempo para intentar que él fuese el candidato único y mantenerse así en el puesto. Le diré que estoy visitando todos los campus y me encuentro con un gran agradecimiento por parte de los profesores, el personal de administración y servicios y de personas que no están en la candidatura. Hoy –por ayer– estuve en El Milán –el campus de Humanidades– y el recibimiento que tuve fue impresionante. Estoy muy agradecido.

–¿Cuáles son los principales errores del primer mandato de Ignacio Villaverde?

–A Villaverde se le llena la boca con un discurso muy bonito, pero muy vacío. El principal error es el presupuesto que ha diseñado.

–¿Por qué?

–No es un presupuesto correcto, ni digno. No cubre el mantenimiento de las facultades, ni los planes propios de investigación. Y nos hace vivir con el agua al cuello. Un presupuesto digno solo se logra mostrando al Gobierno del Principado y a la sociedad asturiana que la Universidad es uno de los principales motores de Asturias, y que hay que invertir en ella con un plan estratégico centrado en garantizar el futuro de la región a largo plazo, máxime en este momento, en el que tras el cambio de la Ley de Unviersidades un rector puede estar seis años.

–¿En qué no lo hace el actual plan?

–Necesitamos infraestructuras, y Villaverde nos vende humo. Un ejemplo: el lunes se va a constituir la comisión del El Cristo y la Universidad no va a estar ahí, precisamente donde hace falta una posición fuerte y luchar por los intereses de la Universidad, no por los intereses personales de alguien. Todo lo que ha vendido Villaverde es humo. Me presento por asuntos como este, en el que será mi último servicio a la Universidad. Yo nunca he sido un político ni tengo un discurso redondo, pero tengo muy claro que lo que prometo, lo cumplo, y que voy a pelear hasta el final por la Universidad.

–¿Pelear por qué?

–Por modernizar la universidad. Cuando Villaverde habla de investigación, los investigadores nos indignamos, porque el retraso en la tramitación de los fondos de investigación, hoy, es récord, con retrasos de hasta un año, lo que nunca había pasado con ningún rector. Ocurre porque la tramitación no está automatizada. Con las comisiones de servicio se generan toneladas de papel, con errores, con llamadas del personal de administración para corregir este o aquel punto. Y esto se resuelve con modernización. Hay que invertir en que eso se haga a través de un programa informático que pida las correcciones de forma automática y agilice el proceso. Esta es una situación terrible no solo para los investigadores, sino también para el personal de administración que tiene que hacer este trabajo.

–¿Y hay quejas?

–Sí, pero este rector ha amenazado a ese personal, lo que enfada a todo el mundo. Con el cambio de estatutos nos jugamos que Villaverde esté seis años más, y eso pone nerviosa a la comunidad universitaria. Está ofreciendo el oro y el moro para mantenimiento de facultades y a grupos de investigación, pero la comunidad universitaria sabe que Villaverde no cumple sus promesas, mientras que si yo gano se va a estudiar todo con realismo e interés.

–Ese presupuesto digno ¿pasa por una renegociación con el Principado, o habla de otras fuentes de financiación?

–Por supuesto, habrá que negociar con el Principado. Con el presupuesto actual hay problemas para contratar profesores, para mantenimiento, y no hay plan de investigación.

–Y ¿otras fuentes?

–Claro. Los investigadores tenemos otras fuentes. Cuando no hay presupuesto trabajamos con empresas a través de la Fundación Universidad de Oviedo y generamos muchos recursos. Y resulta que este rectorado, su gerente y otros mandos han tenido declaraciones poco afortunadas sobre esa fundación, creada en 2001, que da muchos recursos. Soy firme defensor de la FUO, porque permite a la Universidad trabajar como si fuera una empresa. Con Villaverde no se ha potenciado la FUO y es un buen motor para obtener recursos.

–¿Qué le falta hoy a la Universidad para estar en comunión con las industrias? Se ha colocado a Ángela Santianes al frente del Consejo Social, lo que parece un paso en esa dirección...

–Que nuestro plan estatégico esté más orientado a la industria asturiana, lo que no ocurre ahora. He trabajado con industria en muchos sectores y campos, con muchos contratos con el exterior. Necesitamos funcionar más como el motor de la innovación, más unidad y escuchar más a la industria.

–Usted tiene una propuesta sobre el turismo en Asturias y cómo puede ayudar a eso la Universidad.

–Creo que en Asturias hay mucha unanimidad en que queremos un turismo más cultural que de masas, y en esto la Universidad puede aportar muchísimo, con un campus de Humanidades muy importante con 400 años de tradición. El turista cultural quiere visitar obras de arte, tener encuentros literarios, visitar enclaves con historia con buenas propuestas y buenos guías, y la Universidad está en disposición de liderar esto, desde los departamentos de Literatura, de Arte, de Arqueología, de Musicología, de Geografía... tiremos de lo que tenemos y ofrezcamos actividades bien estructuradas.

–Y modernizar la institución...

–No me quiero olvidar del aspecto sociosanitario. Tenemos una gran Facultad de Medicina y otras de ciencias de la salud en las que hay que invertir. Si no las impulsamos con tecnología, vamos mal. Estamos en el siglo XXI, y eso vale también para Economía y Derecho, por ejemplo. Y para eso hace falta presupuesto.

–En cuanto a los estudiantes, ¿cómo cambiaría la relación de la Universidad con ellos?

–En plena campaña Villaverde les ha mandado una encuesta, se acuerda de ellos ahora. Es como convocar un consejo de gobierno el día 10, antes de empezar la campaña. Resulta que en el orden del día se va a repartir fondos a institutos universitarios y a grupos de investigación. Estoy metiendo un escrito a la junta electoral para pedir que ese consejo de gobierno se aplace a después de las elecciones. Lo mete el día 10: es legal, pero huele muy mal.

–Parece que la Inteligencia Artificial lo va a cambiar todo. ¿La Universidad sigue anclada en el siglo XX?

–Cuando se hizo el plan estratégico yo todavía creía en el rector, luego dejé de creer. Dije que en Galicia se apostó por la IA y se han dejado de peleas de localismos y el 1 de septiembre de 2024 comienza el grado de Ingeniería Informática e Inteligencia Artificial en Vigo, Santiago y Orense. Los gallegos se dejaron de localismos. Y yo nunca voy a entrar en localismos. Dicho esto, la IA no es la varita mágica, pero será fundamental para incrementar la productividad y mejorar todos los sectores. O nos subimos al carro, o perdemos esa revolución, y tenga en cuenta que la IA lo va a inundar todo. No será milagrosa, pero sí que va a ser una herramienta contra el trabajo rutinario. Todos los desarrolladores la usan continuamente, y Asturias no puede seguir dormida. Mi objetivo es modernizar la Universidad de Oviedo, pasar de una filosofía medieval a una del siglo XXI.

–¿Le falta divulgación a la Universidad? ¿Un gran Museo de las Ciencias, por ejemplo?

–Puede darse más divulgación. Se podría hacer, todo es posible. Pero lo más necesario es dar más impulso a la investigación, y en el mandato de Villaverde hemos retrocedido muchísimo. Ha habido bastante ninguneo a investigacores importantes que tenemos. Es mucho más prioritario trabajar la investigación, porque te da resultados, no a corto plazo, pero marca la trayectoria de una universidad. El mandato de Villaverde ha sido el peor momento para la investigación en la Universidad de Oviedo; hasta le ha dimitido un vicerrector, y con la entrada de la vicerrectora actual ha mejorado un poco, pero no le han dado medios. Es una directriz política, y yo digo que la investigación no puede perder el norte.