Arcelor intenta reducir el nivel de agua en el cruce donde murió un ganadero ahogado
La empresa, propietaria del manantial del que brotó el agua, alquilóuna bomba de achique para devolver la normalidad al camino
CARLA VEGA
Martes, 24 de enero 2023, 01:25
La inundación del cruce de Los Molinos, en la carretera CE-2 que da acceso al barrio de La Cabada, en Llorgozana, Carreño, sigue trayendo cola. Desde el corte de la carretera, ordenado el pasado jueves por el Ayuntamiento de Carreño, la crecida del agua fue en aumento y ha provocado incluso el fallecimiento de un vecino de la localidad, que trató de atravesar este cruce con su tractor y terminó ahogado. Para intentar solucionar lo antes posible el problema del estancamiento de agua, ArcelorMittal, empresa propietaria del manantial que da nombre al cruce tras así indicarlo la sentencia de un juicio que estos tuvieron con el ayuntamiento del concejo, ha alquilado un nuevo sistema de bombeo.
«Desde que quedó claro que el manantial es de nuestra propiedad, y para evitar problemas con las crecidas, contamos con una bomba de achique que tiene un objetivo principal, y es evitar inundaciones. Lo que pasa es que en épocas de lluvias torrenciales como las que hemos tenido en los últimos días, por mucho que la bomba trabaje, esta desborda, y acaba como se puede ver en varias imágenes publicadas en medios de comunicación y redes sociales, inutilizada y flotando», explica Alberto Carrero de Roa, portavoz de la compañía.
Para reforzar el trabajo que esta bomba ya no puede hacer, desde la compañía siderúrgica explican que se pusieron en contacto con el Ayuntamiento desde el momento en que la calle fue cortada para transmitirles cuáles habían sido sus movimiento al respecto, y el sábado, a través del registro, se comunicó que habían contratado a una empresa para ofrecerles un servicio especial para solucionar el estancamiento del agua en el cruce. «Contamos con la empresa Iteco, a quienes hemos contratado para que nos trajese un equipo de bombeo de los que se utilizan para minería. Son equipos especiales que tienen un grupo electrógeno y una bomba de mayor potencia», detalló el portavoz de la siderurgia. Dicho equipo llegó el sábado a la compañía y fue instalado ayer en la zona, entrando en funcionamiento inmediatamente terminadas las labores de instalación, que fueron comunicadas también al Ayuntamiento. El aparato de grandes dimensiones se encuentra situado en uno de los márgenes de la masa de agua producida por la inundación y se espera que con esta se pueda recobrar la normalidad en la zona rápidamente.
Desde la empresa recuerdan que muchos de los problemas derivados con el manantial vienen originados por una escombrera que se encuentra aguas arriba, y de la que ellos no tienen la titularidad, sino que pertenece a Cofivacasa, una sociedad instrumental participada en su totalidad por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que se encarga de la gestión y liquidación ordenada de empresas sin actividad industrial o comercial, participadas tanto por SEPI como por otras sociedades ajenas a este grupo. «En su momento, la escombrera pertenecía a Ensidesa, y cuando se privatizó pasó a ser de la SEPI. Esto es algo común, una situación que ya sucedió con las baterías de cok, por ejemplo, que nosotros arrendábamos industrialmente a SEPI hasta que se cerraron. Ahora son ellos quienes se encargan de su demolición también», señala Carrero de Roa.
Desde ArcelorMittal aseguran que ellos no han hecho nunca uso de esta escombrera, y que es precisamente esta la que produce la contaminación en el manantial, especialmente en épocas de lluvias copiosas como las vividas la pasada semana. «Actualmente nos encontramos en conversaciones con Cofivacasa para determinar qué hacer con esta infraestructura, y nos estamos centrando en la situación del manantial, haciendo todo lo que esté en nuestra mano», sostiene el portavoz.
Evitar daños mayores
Añaden, además, que en todo momento han mantenido el contacto fluido con el Ayuntamiento de Carreño para dar una respuesta lo más rápida posible a la situación que se les presentaba en el enclave. «Tanto con los concejales como con la alcaldesa mantenemos una conversación constante sobre los temas que puedan afectar al concejo, este asunto del manantial en especial. Como ya conocemos la zona, en cuanto comenzaron las lluvias se iniciaron las conversaciones y precisamente de ahí la decisión que se tomó por parte del Ayuntamiento de cerrar la calle, para intentar evitar daños», indica Carrero de Roa.
En cuanto al triste suceso que terminó con la muerte de un vecino en este cruce durante los momentos más problemáticos originados por el temporal, desde ArcelorMittal consideran que tanto por su parte como por el Ayuntamiento de Carreño se pusieron todas las medidas a su alcance para tratar de minimizar los daños, aunque consideran que también es responsabilidad de los ciudadanos mantenerse a salvo, aunque señalan que «con las condiciones en las que estaba la carretera y a pesar de haber sido su decisión, es una tragedia».