Los médicos de Atención Primaria atienden más de 60 citas diarias por la saturación de la sexta ola

Las intenciones saltaron primero por los aires en verano, coincidiendo con el periodo vacacional. Ahora, de lleno en la sexta ola, y en periodo de descansos navideños, ha quedado nuevamente dinamitado. De aquellos 43 huecos en las agendas, se están haciendo, de media, 60. Detrás de estas cifras hay dos factores: un tercio de la plantilla tiene días libres y sus huecos no son cubiertos, salvo entre compañeros que sobrecargan aún más sus agendas; y la idiosincrasia de la actual ola pandémica. La explosión de casos, la mayoría asintomáticos o con síntomas leves, está provocando la citación de un sinfín de PCR -que prioritariamente hace el equipo de enfermería-, pero que conlleva la gestión de bajas y alta. En centros de salud de ciudades grandes, como Gijón u Oviedo, se están tramitando entre 10 y 15 bajas diarias por médico. «El problema es que la aplicación no nos deja hacer este proceso en un trámite único, en el caso de los asintomáticos. Son siete días de baja, pero la herramienta solo deja hacerlo para periodos inferiores a cinco días, así que tenemos que hacer tres trámites: baja, un parte intermedio y alta», explica la delegada de Sicepa-Usipa.

El Sespa es el primer preocupado en buscar soluciones a esta problemática, máxime con la ingente cantidad de peticiones en este sentido que se están realizando en las últimas semanas. La gerente, Concepción Saavedra, dice que se ha hablado con el Instituto Nacional de la Seguridad Social para agilizar estos procesos, pero resulta harto difícil sin establecer una norma común para todas las comunidades autónomas. La propia Saavedra daba algunas cifras: de 2.000 positivos, 1.400 piden baja laboral.

Ante esta situación, y unos médicos de Atención Primaria que vuelven a levantarse en pie de guerra ante una burocratización que lo único que ha hecho es aumentar, Salud plantea tirar de jubilados para aliviar el problema. Lo que se va a poner en marcha es establecer un sistema centralizado en cada Área Sanitaria. En ella trabajarán auxiliares administrativos y, hasta la fecha, 14 médicos jubilados que han sido recuperados para el día a día. Se encargarán tanto de labores de rastreo, y apoyo a las labores de Atención Primaria, entre las que se encuentra, esa tramitación de bajas. La cifra de 17 jubilados no es cerrada, sino que se sigue trabajando para conseguir más incorporaciones.

El plan del Sespa no pasa solo por los jubilados -médicos, pero también enfermeras- sino por los estudiantes. Se continuará la misma estrategia que el año anterior para reforzar el sistema de salud ante la situación de excepcionalidad que está viviendo: la contratación de los profesionales del último año y adelantar la finalización de la formación para poder incorporarlos cuanto antes a las labores asistenciales.

El único problema no está en las consultas, también en los puntos de Atención Continuada, los servicios de urgencias de los centros de salud. Por ejemplo, en el de Puerta la Villa en Gijón, en el turno de tres a ocho de la tarde, se están viendo entre 70 a 80 pacientes. Otro ejemplo, el domingo después de Nochebuena, pasaron el centro de El Llano en Gijón (de ocho de la mañana a tres de la tarde), 115 personas. La cuestión es que, en muchos casos, lo hacen porque las citas para los profesionales de Atención Primaria se las proponen para una semana más tarde.

De aquí también se desencandena otra derivada. Ante la demora para tener una cita, se está acudiendo directamente a los hospitales sin que, en la mayoría de los casos, esto sea necesario. El cálculo lo tienen hecho los profesionales de Atención Primaria: solo el 5% de las personas que vemos en Urgencias de los centro de Salud necesitan ser derivados al hospital. «Dos años después y estamos igual que la principio», señala María José Sánchez Trapiello.

El Sespa envió una comunicación la semana pasada pidiendo voluntarios para hacer turnos extra realizando atención telefónica y así aliviar los servicios de urgencia.