Muere un gijonés de 42 años cuando hacía submarinismo en Caravia
Una bañista divisó el cuerpo de Diego Alfonso García entre las rocas. «Es un palo muy duro», lamenta la federación de actividades subacuáticas
R. M. / E. G. / R. S.
GIJÓN / CARAVIA.
Domingo, 10 de julio 2022, 01:15
Llegó de buena mañana, dejó el coche en el aparcamiento del arenal de Morís (Caravia) y se enfundó el traje de neopreno, los guantes y las aletas, el equipo propio de la pesca submarina. Le vieron echarse a la mar y algo se torció después.
Alrededor de las 10.50 una mujer que paseaba por la playa de Moracey, a poco más de dos kilómetros al oeste de donde se le había perdido el rastro, divisó un cuerpo flotando entre unas rocas ubicadas a unos diez metros de la arena. Se echó al agua para rescatarle, mientras otros paseantes empezaron a preguntarse unos a otros si alguien sabía hacer maniobras de reanimación cardiopulmonar. «Habíamos venido con el perro y estábamos en una parcela al lado de la playa cuando nos lo consultaron», relata Lucas García Viñuela, uno de los testigos.
Dio igual. Lo que la mujer logró arrastrar a la orilla era ya el cuerpo sin vida de Diego Alfonso García Rodríguez, gijonés de 42 años. Llevaba más de dos décadas dedicado por su cuenta al diseño gráfico, una profesión que desarrollaba en El Coto. Su genio había dado forma a campañas, imágenes y logos de establecimientos de hostelería, grupos de música y bufetes de abogados. Deja mujer y dos hijas pequeñas.
Una vez avisada, acudió al lugar la patrulla de la Guardia Civil de Caravia. Los agentes dispersaron a los testigos, verificaron la falta de pulso del gijonés y cubrieron su cuerpo con una manta térmica. Se dio parte al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Villaviciosa. También al 112, para que mandaran unos bomberos que pudieran ayudar en la tarea, dado el complicado acceso del arenal.
En torno a la una de la tarde se procedió al levantamiento del cadáver, utilizando para la evacuación una camilla. Los agentes de la Policía Judicial de Gijón habían hecho una primera inspección ocular del suceso y sus circunstancias. No encontraron signos de violencia en el cuerpo que apunten a un choque con las rocas. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia y mañana a las 14.30 será incinerado en el Tanatorio de Cabueñes.
«Es un palo muy duro para todos», lamentó Daniel Suárez, presidente de la Federación Asturiana de Actividades Subacuáticas. La noticia le llegó en pleno memorial Juan Antonio Rodríguez 'Poky', competición en recuerdo de otro aficionado que perdió la vida en Verdicio por un infarto. Suárez señaló que la costa de Caravia donde tuvo lugar el suceso «es un poco abierta, entran más corrientes, pero ayer la mar no estaba excesivamente mal». El presidente se solidarizó con los deudos y recordó a los aficionados a este deporte que lleven boya y no se echen al mar en solitario.