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Fiesta literaria en un Cudillero que es «refugio de inspiración»
Mayte Uceda, la Policía Nacional y la estudiante Eva García centran la cita cultural de la Asociación Amigos de Cudillero
Decía ayer la escritora Mayte Uceda que Cudillero «es mi refugio», la orilla que la recibió hace 18 años, el lugar donde «buscarme si alguna vez se me extravía el alma». Su «primera simpatía» por la villa pixueta se remonta a una visita con sus padres siendo ella niña y ese afecto infantil se reafirmaría con el paso del tiempo. Hasta el punto de que «nada de lo que soy podría haber sido posible sin Cudillero, en el ámbito personal y en el profesional», porque el pueblo al que Mayte Uceda dedicó estas palabras, además de refugio, «ha sido inspiración» de su talento literario.
Los recuerdos de la escritora asturiana, traducida a varios idiomas y cuya última obra podría dar el salto a la gran pantalla, hilvanan el XLI Cuaderno Literario 'Escritores en Cudillero'. Ayer, compartía ese texto, creado a petición de la Asociación 'Amigos de Cudillero', con los asistentes a la Fiesta Literaria de la Mar que organiza cada año este colectivo. Un acontecimiento cultural que estuvo presidido por Juan Luis Álvarez del Busto y al que se sumaron 200 personas, entre autoridades y «amigos de la mar».
«Recuerdo las lanchas de proas valientes abarloadas en el puerto. Recuerdo llegar a La Ribera oscilando la mirada entre el Tolombreo y La Garita y sentir que aquella belleza que susurruba historias antiguas esperaba mi presencia. Cómo imaginar por aquel entonces que, en una de aquellas casas, dos décadas atrás, una mujer había dado a luz a un niño que estaba destinado a ser mi compañero de vida», relató Mayte Uceda. Sierense de nacimiento y pixueta de adopción quiso dejar constancia de que Cudillero «es mi hogar» y «logró inspirarme ideas; consiguió insuflarme fuerzas, valor y coraje para emprender un nuevo camino en la vida», el de la literatura. Su primera novela, de hecho, está ambientada en Cudillero, donde entabló «una relación romática con la mar», «aprendí a ponerle nombre a las peñas del entorno», entró en contacto con «el arraigo profundo», y conoció a «hombres que vivieron con los ojos fraccionados entre la cubierta de sus lanchas y el fin del mundo». Y también a «mujeres de fortaleza extraordinaria, que contaban las mareas, tejían murallas defensoras contra la ausencia y son el alma del pueblo».
Durante el acto, la asociación entregó el premio de su 42º concurso literario de ámbito regional 'Cudillero, el pescador y la mar' a Eva García Rabanillo. A sus 15 años, esta alumna del colegio San Fernando de Avilés dejó boquiabiertos a los presentes con su relato 'Soldadito marinero abandonaste a tu sirena' y con su desenvoltura a la hora de hablar en público. «Eres motivo de orgullo», la elogió el alcalde de Cudillero, Carlos Valle, en la recta final de las intervenciones. «Gracias a la educación que he recibido y al granito de arena de los profesores de Lengua que he tenido a lo largo de los años, hoy estoy aquí», señaló Eva.
Pero la de ayer no fue una jornada sólo de reconocimientos literarios. La Asociación 'Amigos de Cudillero' procedió también a la imposición de su vigésimo sexta Insignia de Oro, con la que quisieron reconocer «el compromiso y entrega» del Cuerpo Nacional de Policía, coincidiendo con el bicentenario de su creación. Recibió la distinción Luis Carlos Espina, Jefe Superior de Policía de Asturias, que puso en valor «a los hombres y mujeres que trabajan las 24 horas del día, los 365 días del año, para proteger la seguridad ciudadana, poniendo en riesgo su propia vida».
Espina habló de «vocación de servicio a España, hasta las últimas consecuencias»; de «sólidos principios y valores»; y de «nuestra firme determinación para hacer cumplir los derechos y libertades» y «garantizar el bien común». En representación de la Policía, también acudieron al acto la nueva comisaria de Avilés, Inmaculada Leis, y el jefe regional de Operaciones, Miguel Ángel Ramos